Real Madrid sigue siendo el mejor equipo del mundo. Lo demostró en su último triunfo en la Supercopa de Europa ante Manchester United. Dentro del conjunto blanco todas las luces se las lleva la BBC: Benzema, Bale y Cristiano. Sin embargo, hay un jugador que es la columna vertebral del equipo, Casemiro.
El volante de primera línea es el motor en el once madridista: recupera, asiste y sabe hacer goles. En el inicio de la era de Zinedine Zidane, Case, como lo llaman sus compañeros, no tenía espacio. Es más se pensó que volvería a ser prestado porque no iba a jugar mucho. El técnico francés, en ese entonces, apostaba por una mediocampo de buen pie.
Pero hubo un partido que le quitó la venda de los ojos a Zidane. Fue en la derrota del Real por 1-0 ante el Atlético de Madrid en febrero del 2016. Aquella vez el cuadro blanco no funcionó y el estratega francés comenzó a ser cuestionado.
La siguiente fecha puso a Casemiro desde el inicio y el Real Madrid mejoró. Desde esa fecha el brasileño no volvió a salir del once titular. Sin duda el volante fue la pieza que le faltaba a la maquina blanca para que comience a caminar.