La situación del FC Barcelona es cada día más delicada. La condición del vestuario hace que Ernesto Valverde comience a preocuparse por el inicio de temporada, ya que no se han cumplido ninguna de sus expectativas. Por un lado, no han llegado los refuerzos suficientes y por otro, no se han marchado los jugadores que no cuentan para el técnico culé.
Antes de que comenzase la gira estadounidense, el técnico y los dirigentes había trazado un plan para remodelar la plantilla lo antes posible y comenzar la pretemporada sin los descartes y con los nuevos fichajes con algo de rodaje. Se pactó que a la llegada a España ya se habría aligerado la plantilla a través de cesiones y transferencias de jugadores, algo que no se ha llevado del todo a cabo. Si bien ha salido Jérémy Mathieu, también se esperaba la salida de otros futbolistas, como Arda Turan. Es evidente que Valverde no cuenta con él y así lo ha demostrado en cada uno de los partidos amistosos. El apartado de salidas sigue pendiente.
También se había acordado la llegada de nuevos refuerzos. O al menos tenerlos encauzados para que llegasen en la semana del Trofeo Joan Gamper, cosa que no se ha producido. Y es que Valverde esperaba contar con ellos para disputar la Supercopa de España contra el Real Madrid. La idea era que ayudasen a conquistar el primer título de la temporada y estuviesen lo suficientemente rodados para que pudiesen comenzar la Liga a buen nivel.
La realidad es que a día de hoy las únicas incorporaciones del FC Barcelona han sido Deulofeu y Nelson Semedo. Ninguno es el crack esperado por la plantilla ni por el técnico, ya que ni si quiera tienen asegurada su titularidad. Además, según indica Sport, no habrá nuevos movimientos hasta después de la Supercopa y cabe recordar que el día 19 se celebrará la primera jornada del campeonato liguero, por lo que todo apunta a que la escuadra blaugrana tendrá que comenzar a competir con lo puesto.