La justicia española decretó hoy una fianza de 300 mil euros (351.788 dólares) para que el suspendido presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, pueda abandonar la prisión en la que se encuentra desde el 18 de julio.
Villar, máximo responsable del organismo español durante 29 años, fue detenido junto a su hijo Gorka y su vicepresidente Juan Padrón en el marco de la "Operación Soule", que investiga la gestión corrupta de la Federación durante su mandato.
Todos ellos están siendo investigados por delitos como corrupción entre particulares, apropiación indebida, administración desleal, falsedad documental y alzamiento de bienes.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz decretó la misma cantidad para otorgar la libertad bajo fianza a Padrón, mientras que la de Gorka quedó establecida en la mitad (150.000 euros) al entender que ya no tienen capacidad para destruir pruebas o interferir de alguna manera en la investigación, que sigue en curso, ni de que exista riesgo de fuga.
El auto establece otras medidas para Villar, su hijo y Padrón, como la retirada del pasaporte y dos obligaciones: comparecer semanalmente y facilitar un número de teléfono en el que siempre puedan estar localizados y disponibles para futuros requerimientos.
Tras ser arrestado, Villar no presentó su dimisión al cargo y fue el gubernamental Consejo Superior de Deportes (CSD) el que la semana pasada decidió suspenderlo provisionalmente de sus funciones durante un año, quedando al frente de la RFEF de manera interina Juan Luis Larrea.
Villar, en cambio, sí renunció la semana pasada de sus cargos de vicepresidente de FIFA y UEFA, la federación internacional y la confederación europea, respectivamente.
El origen de los problemas para el dirigente sucedió hace un año, cuando el CSD lo denunció por prácticas corruptas, en las que según la investigación jugó un papel clave su vicepresidente. Por otra parte, su hijo Gorka, que ocupó altos cargos en la Conmebol y que se vio salpicado por el "FifaGate", fue acusado, al igual que su progenitor, por apropiación indebida de fondos.