Continúa el examen del Tri de Juan Carlos Osorio en la Copa Confederaciones 2017 con una de sus más duras pruebas. La selección mexicana se medirá ante Alemania –campeón del mundo y número 3 del ranking de la FIFA-, conjunto que ha sido erróneamente calificado como ‘equipo B’ por apostar por sus estrellas jóvenes.
En su partido contra el cuadro teutón, el combinado azteca tendrá la oportunidad no solamente de avanzar a la Final contra Chile, sino también de poder derribar esos ‘fantasmas’ que ha arrastrado desde que el estratega colombiano tomo posesión del cargo, los cuales han dividido a los aficionados con su esquema de juego.
La crítica a sus rotaciones
La alternancia de jugadores en el once titular –e incluso en algunas posiciones- ha sido una de las principales polémicas de Juan Carlos Osorio con el Tri, y la Copa Confederaciones no fue la excepción.
Con alineaciones completamente distintas en sus compromisos contra Portugal, Nueva Zelanda y Rusia, las críticas nos pararon, al argumentar que las rotaciones le restaban continuidad al equipo y eso le podría afectar ante selecciones de élite.
Sin embargo, Osorio defendió su esquema e inclusive aceptó ser ‘terco’ por mantener sus principios como entrenador. Es por ello que el partido ante Alemania es la oportunidad para demostrar que las rotaciones son benéficas para el Tri y no una técnica que afecte el nivel del equipo.
La revancha contra Alemania
La selección mexicana tiene una deuda pendiente con el cuadro europeo. En Francia 1998, el cuadro dirigido por Manuel Lapuente cayó 2-1 ante el conjunto del entrenador Berti Vogts en los octavos de final de la Copa del Mundo. Si bien Luis Hernández abrió el marcador, los teutones Jürgen Klinsmann y Oliver Bierhoff fungieron como teutones de ese encuentro.
En la Copa Confederaciones 2005, la selección de Ricardo La Volpe cayó 4-3 ante los alemanes. El Tri volvió a caer frente a Jürgen Klinsmann, esta vez como entrenador, y con Joachim Löw como su asistente técnico.
Ahora, con Löw como el entrenador de la Mannschaft, México deberá terminar con la mala racha y lograr una valiosa victoria. Ya lo logró una vez en el Mundial Sub 17 de 2011, donde México se coronó campeón.
Colocarse en la Final de un torneo importante fuera de casa
La selección mayor puede presumir en su vitrina la Copa Confederaciones 1999 que le ganó a Brasil en nuestro país. Además de este título, el combinado azteca cuenta con 10 Copas Oro. Sin embargo, muchos critican estos trofeos al no considerarlos un certamen ‘de peso’, ya que el nivel de los rivales –Centroamérica y el Caribe- aún no es lo suficientemente alto.
Vencer a Alemania en este torneo disiparía las dudas del Tri de Osorio, pues se trataría de otra Final de prestigio internacional y la primera fuera del país.
Fortalecer la figura de Osorio
Criticado y admirado a partes iguales, Juan Carlos Osorio deberá demostrar que el Tri ha mejorado con su trabajo y su sistema de juego. Vencer a una selección de élite como Alemania podría ser el primer paso del combinado nacional para consolidarse como competitiva, además de un importante primer paso para una revancha contra Chile, equipo que le propinó una goleada 7-0 a México en la Copa América Centenario (2016).
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