El abogado Lucas Ferrer, defensor de los jugadores Pablo Aguilar (América) y Enrique Triverio (Toluca) ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo, explicó en exclusiva a La Afición cuánto duró la audiencia de los jugadores el viernes 28 abril en Lausana, Suiza, y qué dijeron; además, confirmó que a petición de parte el caso se resolvió de forma expedita para que el martes se comunicara públicamente la anulación de la suspensión de un año.
"La audiencia duró cerca de dos horas y media, casi las tres. Hay un alegado inicial por parte del árbitro, posteriormente los abogados plantean sus informes y sus argumentos jurídicos, entonces se plantea la prueba, en este caso el interrogatorio de las partes, las preguntas a los jugadores, los jugadores responden a los árbitros, a las contrapartes y a todos los intervinientes y finalmente viene la fase de conclusiones en las que tanto la Federación Mexicana como los abogados de los jugadores explicamos cuáles son las conclusiones jurídicas del caso y se concluye la audiencia".
¿Qué dijeron los jugadores?
"Los jugadores, en primer lugar, lo que manifestaron fue su arrepentimiento; los dos manifestaron, además, de manera muy convincente que no estaban para nada orgullosos y que estaban conscientes de que sus actuaciones eran reprochables y que merecían algún tipo de sanción, en lo que para nada estaban de acuerdo era con la sanción que se les había aplicado, esa era el principal alegado de los jugadores: aceptar que de algún modo habían cometido un error y que no se debieron comportar del modo en que lo hicieron, sin sentirse merecedores de una sanción tan grave para los hechos que habían ocurrido".
Si bien las partes todavía no cuentan con las razones jurídicas del fallo favorable, para Ferrer claramente se pudo comprobar ante el TAS que no existió agresión en contra de los árbitros Miguel Ángel Flores y Fernando Fernández en los partidos de la Copa MX el miércoles 8 de marzo, ante lo cual se retomaron las sanciones originales de la Comisión Disciplinaria de 10 juegos a Aguilar y 8 a Triverio y se desechó la impuesta por la Comisión de Apelaciones el lunes 13 de marzo.
"A la fecha de hoy no tenemos la decisión completa; es decir, no tenemos los fundamentos de la decisión, lo que tenemos es la decisión en sí. Como fue un procedimiento urgente, un procedimiento expedito, solicitamos al árbitro que nos comunicase lo antes posible la decisión y posteriormente los fundamentos, y estamos a la espera; por lo tanto no te puedo explicar las razones por las que el árbitro ha llegado al convencimiento de que la sanción tenía que ser reducida".
¿El TAS falló sobre el procedimiento que llevó a la primera y segunda sanción o se dedicó al hecho en sí, la agresión a los árbitros?
"Analizaron el hecho en sí, es decir, el procedimiento seguido por la Federación Mexicana fue completamente correcto y el árbitro así lo manifestó en la audiencia, así lo manifestó la Federación Mexicana y los jugadores, de hecho, no se opusieron al procedimiento que fue seguido en México, sino que los jugadores sobre lo que sí recurrieron fue contra la catalogación que se hizo de la sanción por parte de la Comisión de Apelaciones; los jugadores estaban en desacuerdo en que la sanción era correcta (un año de suspensión) por lo que había sucedido en el terreno de juego. La Comisión de Apelaciones entendió que había una agresión en ambos casos y que, por lo tanto, al haber una agresión a un árbitro, la sanción automática de un año corresponde y nosotros decíamos que no había una agresión sino que lo que había era un intento de agresión y que las sanciones eran correctas una vez que se habían aplicado en la primera instancia".
El abogado agregó que "por lo que ha comunicado el TAS el árbitro entendió lo que en su día había entendido también la Comisión Disciplinaria en la primera instancia mexicana: no estamos ante una agresión a los árbitros sino ante lo que está catalogado en el Código Disciplinario como un intento de agresión y que las sanciones que se impusieron en la primera instancia mexicana fueron las correctas, no así las decisiones impuestas por la Comisión de Apelaciones, que han sido anuladas. La decisión del TAS es final e irrevocable".
¿La petición de que el caso se resolviera con urgencia fue a petición de parte?
"Sí, correcto. Los jugadores lo pidieron y el TAS así lo concedió. La Federación Mexicana estuvo representada en la audiencia por un miembro de la propia Federación y por abogados de máximo nivel internacional; debo decir, y lo digo con total transparencia, que se hizo un gran trabajo de defensa de la decisión de la Comisión de Apelaciones; lo que sucede es que al final el árbitro entendió que los argumentos que dieron los jugadores eran válidos y que no se podía entender que existía una agresión, cuando las imágenes y las explicaciones dadas, así como los argumentos jurídicos aportados, apuntaban a que esto no era así".
¿Qué tan complicado fue ganar este caso?
"Los casos disciplinarios son muy complicados; como sabe usted tengo experiencia en el ámbito disciplinario, he llevado asuntos internacionales muy importantes, como el tema de (Luis) Suárez –en Brasil 2014-, Real Madrid o Barcelona –fichaje de menores-. Yo diría que los casos disciplinarios resultan ser de los más complejos, porque abordan temas muy delicados: principios generales del derecho como la proporcionalidad, el principio de legalidad y demás, y son temas muy técnicos. Al final aquí lo que es fundamental en un caso como este es establecer si la conducta se corresponde con la sanción que se ha aplicado, en este caso entendíamos que no, que la conducta estaba mal catalogada y que lo que sucedió en el terreno de juego no es una agresión, sino un intento de agresión, no porque yo lo diga, sino porque las definiciones de estos dos conceptos están en la normativa mexicana, donde la agresión se define como el propinar un golpe con la mano, con la cabeza, con el pie, de algún modo para causar daño a alguien".
Finalmente, Lucas Ferrer dijo: "En este caso ni Triverio ni Aguilar tenían intención de causar daño a nadie, lo que ellos hacen es dar un empujón, en un caso, y en el otro acercarse impetuosamente y tomar el hombro derecho de la otra persona con la mano, pero desde luego en ningún caso existe la intención de hacer daño, por lo tanto no puede haber una agresión".