En el fútbol como en la vida, muchas personas suelen pasar por diversos problemas que afectan en el desarrollo a nivel profesional. Unos más fuerte que otros, repercuten hacia las actividades diarias generando el cierre de puertas o pérdida de oportunidad a pesar de posee grandes talentos. Este fue el caso de Yann Gueho, futbolista francés quien no pudo progresar debido a problemas de conducta que posteriormente fue diagnosticado como transtorno de bipolaridad con la edad de 22 años.
Nacido en París en el año 1994, mantuvo la ilusión intacta de jugar fútbol a nivel profesional. A los 14 años llegó a la Academia Clarefontaine, pero fue expulsado rápidamente por problemas de conducta. Meses después se probó en Lille donde solo duró 4 meses.
París FC, equipo de la segunda división de Francia, ya lo había observado y detalló: “Normalmente solemos pensar en qué chicos pueden llegar a profesionales, pero con él nos preguntábamos a qué edad ganaría el Balón de Oro”, mencionaron. Su fútbol era encantador y hacía la labor de extremo superando siempre el mano a mano con el rival.
A los 15 años consiguió una oportunidad en Chelsea: “Si le preguntas a cualquiera en el Chelsea, te dirán que es el mayor talento con el que han jugado o han visto jugar nunca”, afirma Jeremie Boga (hoy jugador del Atalanta). Tras cumplir un año, el club puso una casa a su familia, pero envió una nota a su madre: “Yann es un futbolista excelente. Es un ganador de partidos con buen regate. Pero su progresión se verá frenada si no mejora su conducta”. Un año después, fue expulsado por pelearse en los entrenamientos.
¿Qué se dice sobre el futbolista?
“Regateaba a un oponente. Entonces le esperaba y volvía a regatearle de una manera diferente. Era tan arrogante que era un genio”, admite Adi Viveash, quien fue su entrenador en el Chelsea. “Era como si congelara a los rivales para hacer con ellos lo que quisiera”, afirma.
“Discutía todo. Era un rebelde porque sí. Si el entrenador decía que jugáramos a dos toques, él daba tres. Si ponía los conos en el césped de una manera, él los cambiaba. Si delimitaba el campo a 40 metros, él decía que mejor a 30″, revela Adam Nditi, otro compañero canterano.
Con 16 años de edad, cerró su paso por el Chelsea para firmar por Nantes. “Todas las personas que jugaron con él creen que habría ganado el Balón de Oro si se lo hubiera tomado en serio”, dice Khalil Lambin, que creció en el mismo barrio que Yann y estuvo en Nantes con él. “Yann es la pérdida más grande que he visto en el fútbol en toda mi vida”, agrega.
El declive de su carrera
Con 17 años cometió su primer robo entrando a una tienda, Gueho entró en una tienda al lado de su casa de París con un pasamontañas y un cuchillo. Una semana después de cumplir 18, robó a una pareja en su casa con ayuda de un amigo y asaltó a un hombre y luego agredió a los dos policías que fueron a arrestarle. Pasó casi dos años en prisión por todo ello.
Salió de la cárcel y tuvo una corta aventura por París FC en la segunda división, pero esto fue detenido también por temas de conducta. Su madre decidió empezar un tratamiento para poder ‘regenerarlo’. A Yann se le diagnosticó trastorno bipolar y fue ingresado durante meses en un hospital psiquiátrico.
A día de hoy, Yann tiene 28 años. Lucha contra la depresión y la carga de arrepentimiento. En días en los que Francia ha jugado la final del Mundial, todo el que alguna vez jugó con él sabe y piensa que él debería haber estado allí si las cosas hubieran salido bien.
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