A falta de seis fechas para el cierre del campeonato, la Fórmula 1 volvió a esa etapa deliciosa donde los puntos valen tanto como los contratos. El tablero se mueve, pero ya no por estrategia en boxes sino por los asientos del año que viene. Con la confirmación de George Russell y Kimi Antonelli en Mercedes hasta 2026, el mercado de pilotos quedó casi cerrado y lo poco que queda, arde.
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El anuncio fue más que un trámite administrativo: fue el fin de semanas de especulaciones que imaginaban a Max Verstappen vestido de plata. Toto Wolff, con su estilo quirúrgico, prefirió continuidad sobre glamour. Russell, que acaba de ganar en Singapur, se afianza como el cuarto del campeonato, mientras Antonelli, con apenas 19 años, empieza a cumplir la profecía: el chico que Mercedes ve como su futuro desde los karts.
Así, la grilla de 2026 tiene ya dieciocho de veintidós asientos definidos. Los huecos son cuatro: el segundo auto de Alpine, donde Franco Colapinto todavía pelea por quedarse. Los dos de Racing Bulls, donde se libra una interna silenciosa; y la plaza de acompañante de Verstappen en Red Bull, que se debate entre nombres, contratos y política interna. Detrás de esas vacantes se cruzan rendimientos, lealtades y cláusulas con letra chica.

Mientras tanto, McLaren vive su propia era dorada. Oscar Piastri, con 336 puntos y siete victorias, lidera el campeonato con una madurez de piloto veterano, y Lando Norris, apenas veinte puntos detrás, lo sigue como sombra y espejo. La papaya está a un paso de volver a saborear un título después de diecisiete años. Verstappen aún respira con 273, pero necesitaría una improbable combinación de errores naranjas para soñar con el quinto. Russell, con 237, llega lanzado, pero ya mira más el futuro que la corona.
En medio de esa mezcla de talento y política, la Fórmula 1 recuerda que la velocidad no siempre está en la pista. Russell aseguró su lugar por mérito y consistencia; Antonelli, por proyección y paciencia. El resto tendrá que ganarse el suyo en estas seis fechas: Colapinto necesita puntos; Tsunoda y Lawson, milagros; y Hadjar, un fin de semana brillante que confirme su ascenso.

El mapa del mercado es tan cambiante como las curvas de Austin. En Red Bull, Hadjar parece tener ventaja sobre Tsunoda y Lawson, con un ascenso cada vez más probable. En Alpine, Colapinto juega su última carta frente a un Gasly confirmado hasta 2028. Y en Racing Bulls, el francés podría quedarse si no sube al equipo principal. Cadillac, por su parte, será la excepción: un debut de lujo con Checo Pérez y Bottas como dupla experimentada.
La nueva normativa de 2026 cambiará motores, chasis y hasta colores, pero lo que nunca cambia es el instinto. Los pilotos no solo corren para ganar carreras, sino para renovar su lugar en la historia. Piastri corre por el título, Norris por respeto, Russell por madurez, y Colapinto por pertenecer. En la Fórmula 1, cada curva tiene dos lecturas: la de la trazada y la del futuro.
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