Cuatro selecciones han cumplido el objetivo que se trazaron: quedarse hasta el último día del Mundial de Qatar 2022. La instancia de las semifinales garantiza ello, porque además de situarse en la élite futbolística, concede la opción de jugar el partido por el tercer lugar.
La tarea de los entrenadores ha sido determinante para llegar hasta este punto, porque si bien los jugadores son los que ejecutan en el campo de juego, en la cabeza de los técnicos se gestan las ideas de arranque y las de reacción ante los momentos complicados para darle vuelta a alguna situación desfavorable.
Didier Deschamps (Francia), Walid Regragui (Marruecos), Lionel Scaloni (Argentina) y Zlatko Dalic (Croacia), han sido las mentes maestras detrás de lo que han conseguido sus respectivos países. Cada uno con su estilo, cada uno con sus formas y cada uno con la gestión de grupo que consideran necesarias para alcanzar el objetivo de llegar al Estadio Lusail el próximo 18 de diciembre.
Deschamps, veterano de guerra
Didier Deschamps ha demostrado su capacidad como estratega no solo ahora, lo hizo desde el Mundial pasado cuando llevó a Les Bleus a la conquista de su segunda estrella, entrando en un pequeño círculo en el que están apenas Mario Zagallo y Franz Beckenbauer, quienes fueron campeones del mundo como jugador y como entrenador.
En Qatar, Deschamps ha dado una muestra de su gestión, pues cuando muchos auguraban un Mundial muy duro para Francia por las múltiples bajas de última hora, encontró la cuadratura perfecta de su equipo para que éste no resintiera las ausencias.
Siempre fiel a Oliver Giroud, el delantero le ha respondido con goles capitales en momentos puntuales. Además, le ha encontrado una posición diferente a Griezmann en la que el Principito gravita más en la creación de juego. Y su jaque mate lo dio en el centro del campo con Rabiot y Tchouaméni, para cubrir las bajas de Kante y Pogba. Con la renovación aparcada, puede lograr algo que no ocurre desde 1962: un bicampeonato en Copa del Mundo.
Walid Regragui, tumba gigantes
Pero si hablamos de gestión de grupo lo hecho por Walid Regragui merece una distinción especial. Cosas del futbol, el entrenador marroquí nació en Francia, de hecho debutó como profesional en la Ligue 1, pero defendió la camiseta de Marruecos por los orígenes de su familia.
Con apenas unos meses en el cargo, llegó a Qatar como el más inexperto de los entrenadores y encima le tocó medirse a dos pesos pesados como Croacia y Bélgica, así que desde el inicio se le concedió la etiqueta de víctima.
Pero lo que hizo Regragui fue montar un equipo ordenado, nada de locuras, fue de atrás para adelante, recuperó a Ziyech y Mazraoui que no contaban para el anterior seleccionador. Cohesionó un grupo que se ha olvidado de sus limitaciones y que compite para ganar, si en eso se les va la vida sus jugadores están convencidos de esa lucha.
Los triunfos sobre España (un campeón del mundo) y Portugal (un campeón europeo) no son cosa menor. Ha logrado que su equipo crezca en lo emocional y en lo futbolístico sin traicionar su ideales de defenderse con mucho orden, eficacia en el momento preciso y un esfuerzo innegociable. En solo unos meses de gestión ha puesto a Marruecos en el mapa futbolístico.
Lionel Scaloni, la recuperación de fe para Argentina
Lionel Scalonni llegó al banquillo de Argentina como una solución de emergencia, procedente de las categorías inferiores, pero con su sobriedad se fue ganando la permanencia. En la albiceleste siempre ha sido clave, además del tema futbolístico, una buena gestión del vestuario, más en esta selección que venía acumulando fracaso tras fracaso.
Así que Scaloni se puso manos a la obra, convenció a los jugadores de una idea que más allá de espectacular es práctica, supo llegarle a Messi, rodearlo de otros socios que se sumaran a la causa de La Pulga y no verle como única solución. Su gran golpe lo dio en la Copa América del año pasado, acabó con una sequía de 28 años que era una pesada losa sobre toda la selección.
Scaloni es un entrenador sobrio, el más joven de los que comparecieron en Qatar, pero ha demostrado sus capacidades tácticas, ha sabido adaptar sus recursos con base en lo que demandan los partidos, la muestra clara fue que recuperó al equipo después de la derrota ante Arabia y contra Países Bajos le ganó el duelo a un viejo lobo como lo es Louis van Gaal.
Zlatko Dalic, la nueva generación
Croacia es una selección que ha sufrido mucho por los conflictos geopolíticos, pero en el campo de juego se han situado como protagonistas, hace cuatro años fueron la sensación del torneo, llegaron hasta la final donde le faltaron pulmones, pero fue el aviso de que son un equipo preparado para competir sin ningún temor.
Si algo ha trasladado Zlatko Dalic a su equipo es una capacidad de lucha, sin importar el rival tiene un plan establecido con la capacidad de tener la pelota en algunas fases y también con un buen planteamiento defensivo. Es cierto que su equipo ha sufrido mucho, sobre todo en cuartos, pero trazó un plan para salir avante ante Brasil y después la suerte ha caído de su lado en las series de penales.
A la canarinha logró frenarla y ya está trabajando en un plan para cortar los circuitos de Lionel Messi; Dalic cuenta con una columna vertebral llena de mucha experiencia y hace cuatro años le dio un baño táctivo y futbolístico a la albiceleste y tiene el deseo de repetirlo para llegar de nueva cuenta a la final.
MGC