La caída frente al Girona en LaLiga por 4-2, junto con la derrota ante el Antwerp en Amberes por 3-2 en la sexta y última jornada de la fase de grupos de la Champions League, ha intensificado considerablemente la inquietud en torno al Barcelona. Puede que sea prematuro hablar de una gran crisis, pero los cuestionamientos en relación con la situación del equipo está creciendo. Incluso se ha reportado sobre un posible conflicto entre Deco y Xavi Hernández, aunque el entorno del director deportivo ha rechazado recientemente esa información.
Al término del compromiso de Liga de Campeones, el vestuario culé tenía una atmósfera sombría y apagada. No es necesario recurrir a discusiones acaloradas ni a actos impulsivos para que un conjunto de jugadores comprenda la gravedad de la situación en la que se encuentran.