Será el partido de sus vidas. El de los jugadores, el de los técnicos, el de los aficionados. El Cacereño recibe al Real Madrid (21.00 horas, Príncipe Felipe) en duelo de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Y lo hace con una expectación inusitada. Normal: llega el equipo más laureado de la historia del fútbol mundial.
Ni siquiera las bajas de jugadores importantes en el Madrid resta un ápice de interés al duelo. El decano extremeño, 104 años de aval vital pero con escasas alegrías celebradas (más bien todo lo contrario), intentará sorprender al cuadro de Carlo Ancelotti alentado por casi 15.000 almas. ¿Será posible que el CPC gane al Madrid? Hay quien lo piensa, pero más importante que el resultado es la vivencia del acontecimiento deportivo, difícilmente igualable y, desde luego, imposible de comparar a cualquier otro del pasado.
Las diferencias entre uno y otro se antojan abismales por más que Benzemá, Kroos, Vinicius, Alaba, Mendy, Courtois y Carvajal se queden en Madrid. Pero esto es la Copa y a 90 minutos todo se iguala cuando uno de los dos contrincantes está hipermotivado. Ese será el Cacereño, con todos disponibles («milagrosamente», dice el técnico Julio Cobos) y consciente de su inferioridad («nos enfrentamos al que posiblemente es el mejor equipo del mundo»), un arma que sin embargo tratará de aprovechar en su favor: «No tenemos nada que perder», apuntaba el preparador, que seguirá con sus clásicas rotaciones: «Quizás alguien se sorprenda, aunque no los que me conocen».
Solo un entrenamiento ha hecho el Cacereño en su ciudad tras la gira de la semana pasada por Nepal. Una única sesión para preparar una cita que quedará para la historia del club verde y que nadie se quiere perder. Ni en el césped ni en la grada, donde la afición dibujará una estampa muy pocas veces vista en el Príncipe Felipe. En realidad, solo en dos ocasiones, ninguna de ellas con el propietario del campo como protagonista. El estadio ha doblado su aforo habitual y el terreno de juego se ha mimado en los últimos días, pero eso no evitará que esté algo blando aunque, como pronostica Cobos, «se podrá jugar al fútbol, aunque lógicamente no estará como el Bernabéu».
Incomodarle y no dejarle jugar será el objetivo de los verdes. Contra el Girona lo lograron. Intentarán repetirlo ante Hazard, Marco Asensio, Rodrygo...
Las entradas, un tesoro
La locura se ha apoderado de todo desde que el azar emparejó a verdes y blancos. Las peticiones de entradas han llegado desde todos los puntos de Extremadura. «He recibido llamadas de gente que ni me acordaba», rememoraba Cobos de buen humor y consciente de que los más de 14.000 asientos se han quedado cortos. Las entradas se agotaron en tres días, tres jornadas en las que primero los nuevos socios, después los que se han abonado para la segunda vuelta (600, el tope marcado por el club) y por último el resto de aficionados, tuvieron que hacer frente a largas colas y muchas horas de espera para hacerse con un tesoro en forma de localidad.
Mejor ir en autobús
El ambiente será único. El despliegue de seguridad también. El club cacereño y las instituciones recomiendan el uso de transporte público para llegar hasta el Príncipe Felipe. Por este motivo, el Ayuntamiento de Cáceres ha habilitado un servicio de autobuses gratuito para este evento. Desde las 18.00 horas y con una frecuencia de 10-15 minutos saldrán desde la avenida Ruta de la Plata, frente al Hotel Extremadura. El servicio será el mismo, pero a la inversa, cuando acabe el encuentro.
Será el partido de sus vidas. El de los jugadores, el de los técnicos, el de los aficionados. El Cacereño recibe al Real Madrid (21.00 horas, Príncipe Felipe) en duelo de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Y lo hace con una expectación inusitada. Normal: llega el equipo más laureado de la historia del fútbol mundial.
Ni siquiera las bajas de jugadores importantes en el Madrid resta un ápice de interés al duelo. El decano extremeño, 104 años de aval vital pero con escasas alegrías celebradas (más bien todo lo contrario), intentará sorprender al cuadro de Carlo Ancelotti alentado por casi 15.000 almas. ¿Será posible que el CPC gane al Madrid? Hay quien lo piensa, pero más importante que el resultado es la vivencia del acontecimiento deportivo, difícilmente igualable y, desde luego, imposible de comparar a cualquier otro del pasado.
Las diferencias entre uno y otro se antojan abismales por más que Benzemá, Kroos, Vinicius, Alaba, Mendy, Courtois y Carvajal se queden en Madrid. Pero esto es la Copa y a 90 minutos todo se iguala cuando uno de los dos contrincantes está hipermotivado. Ese será el Cacereño, con todos disponibles («milagrosamente», dice el técnico Julio Cobos) y consciente de su inferioridad («nos enfrentamos al que posiblemente es el mejor equipo del mundo»), un arma que sin embargo tratará de aprovechar en su favor: «No tenemos nada que perder», apuntaba el preparador, que seguirá con sus clásicas rotaciones: «Quizás alguien se sorprenda, aunque no los que me conocen».
Solo un entrenamiento ha hecho el Cacereño en su ciudad tras la gira de la semana pasada por Nepal. Una única sesión para preparar una cita que quedará para la historia del club verde y que nadie se quiere perder. Ni en el césped ni en la grada, donde la afición dibujará una estampa muy pocas veces vista en el Príncipe Felipe. En realidad, solo en dos ocasiones, ninguna de ellas con el propietario del campo como protagonista. El estadio ha doblado su aforo habitual y el terreno de juego se ha mimado en los últimos días, pero eso no evitará que esté algo blando aunque, como pronostica Cobos, «se podrá jugar al fútbol, aunque lógicamente no estará como el Bernabéu».
Incomodarle y no dejarle jugar será el objetivo de los verdes. Contra el Girona lo lograron. Intentarán repetirlo ante Hazard, Marco Asensio, Rodrygo...
Las entradas, un tesoro
La locura se ha apoderado de todo desde que el azar emparejó a verdes y blancos. Las peticiones de entradas han llegado desde todos los puntos de Extremadura. «He recibido llamadas de gente que ni me acordaba», rememoraba Cobos de buen humor y consciente de que los más de 14.000 asientos se han quedado cortos. Las entradas se agotaron en tres días, tres jornadas en las que primero los nuevos socios, después los que se han abonado para la segunda vuelta (600, el tope marcado por el club) y por último el resto de aficionados, tuvieron que hacer frente a largas colas y muchas horas de espera para hacerse con un tesoro en forma de localidad.
Mejor ir en autobús
El ambiente será único. El despliegue de seguridad también. El club cacereño y las instituciones recomiendan el uso de transporte público para llegar hasta el Príncipe Felipe. Por este motivo, el Ayuntamiento de Cáceres ha habilitado un servicio de autobuses gratuito para este evento. Desde las 18.00 horas y con una frecuencia de 10-15 minutos saldrán desde la avenida Ruta de la Plata, frente al Hotel Extremadura. El servicio será el mismo, pero a la inversa, cuando acabe el encuentro.