El 2022 será recordado en la historia del Celta como el año en el que el club engordó uno de sus mayores ciclos de permanencia ininterrumpida en Primera División (suma once temporadas en la élite desde el último ascenso en 2012), pero también el curso de la marcha de Eduardo Coudet y de Felipe Miñambres para dar un giro en el proyecto deportivo con la llegada de un Luís Campos que compagina el trabajo de director deportivo en Vigo y en París con el PSG. La otra gran novedad del año ha sido el fichaje del portugués Carlos Carvalhal para dirigir a una plantilla que continúa liderada un año más por Iago Aspas y de la que se descolgó un Brais Méndez que dejó unos 14 millones de euros en caja para comprometerse con la Real Sociedad. El club vasco continúa siendo una referencia para la entidad que preside Carlos Mouriño, que quiere festejar por todo lo alto el próximo 23 de agosto el Centenario del club, que por esas fechas comenzará a levantar en Mos la Factoría del Deporte Gallego, bajo la denominación comercial del Galicia Sports 360. En este año se han ido para siempre legendarias figuras celestes como Padrón y Txetxu Rojo.
El año que se cierra comenzó en el Celta con la marcha de Felipe Miñambres tras casi seis años “de trabajo intenso y fructífero”. Así despidió el club al director deportivo astorgano, a quien un mes después sustituyó el portugués Luís Campos, con un cargo más rimbombante que su antecesor: asesor deportivo externo.
Y bajo la batuta del descubridor de futbolistas como Kylian Mbappé, el Celta planteó un giro en su proyecto que incluyó el cambio de entrenador en el filial al concluir el curso: se marchó Onésimo Sánchez y fue reemplazado por Claudio Giráldez, un técnico de la casa que había dirigido al juvenil. Desde entonces, la plantilla del Celta B ha llenado su once habitual de jóvenes canteranos con mucho talento: Hugo Sotelo, Hugo Álvarez, Tincho Conde, Miguel Rodríguez, Iker Losada, Pablo Durán, Carlos Domínguez, Sergio Barcia... Otros, como Gabri Veiga, se consolidaron en el primer equipo, que salvó el curso 2021/22 con menos brillo del esperado al concluir en una discreta undécima posición con 46 puntos.
Coudet aparecía entonces como un elemento extraño ante la nueva concepción del proyecto del Celta. Al argentino acabaron pasándole factura los resultados, aunque también haber prestado poca atención a fichajes como Orbelín Pineda. El argentino se despedía de Vigo a principios de noviembre tras la derrota en Almería (3-1). El nuevo director deportivo apostaba por un paisano que había triunfado en el Sporting de Braga (ganó una Copa de Portugal y clasificó al club norteño para las competiciones europeas), además de acumular experiencia en banquillos de otros equipos de su país y también de Inglaterra, Grecia, Turquía y Emiratos Árabes Unidos.
De la mano de Luís Campos, Carvalhal llegó a Vigo con la intención de sacar al Celta de las últimas posiciones de la clasificación y de protagonizar una buena campaña en la Copa del Rey después de dos años en la mediocridad con Coudet. El equipo celeste está clasificado para los dieciseisavos de final del torneo copero tras eliminar a los modestos Algar y Gernika. El 3 de enero le espera el Espanyol en Cornellá en un duelo a un solo partido.
Como ya puso en marcha en el Sporting de Braga, Carvalhal promete dar protagonismo a los jóvenes canteranos. De hecho, Gabri Veiga se ha convertido ya en un fijo en el once del entrenador braguense, que ya ha demandado la presencia de una veintena de canteranos para trabajar en la dinámica del primer equipo, que solo aportó tres jugadores al controvertido Mundial de Qatar (Aidoo con Camerún, Luca de la Torre con Estados Unidos y Orbelín Pineda, cedido en el AEK griego, con México).
Con España no fueron citados a la cita mundialista ni Iago Aspas ni Gabri Veiga, que aparecían en una lista preliminar de cincuenta nombres. Tampoco entraron en la convocatorias excanteranos de A Madroa como Borja Iglesias, Joselu Mato y Brais Méndez. El mosense se convirtió en verano de 2022 en uno de los traspasos más caros de la historia del Celta al pagar la Real Sociedad alrededor de 14 millones de euros. Esos ingresos ayudaron al club a realizar una profunda renovación en la plantilla, a la que llegaron Larsen (12,4 millones), Williot (1 millón), De la Torre, Mingueza, Marchesín, Unai Núñez, Paciencia, Óscar García, Carles Pérez y Lobete, que se marchó cedido al Waalwijk.
Este año 2022 también será recordado por el conflicto entre el presidente Mouriño y Denis que llevó al salcedense a la grada tras invitarlo el club a marcharse. Además, Nolito dejó Vigo para iniciar el ocaso de su carrera en Ibiza y Rubén Blanco se marchó cedido al Marsella.