La grandeza de un club como el Barcelona se ha vuelto a demostrar después de un pase de fichajes que todavía no ha acabado y que podría dar todavía otras sorpresas. El patrimonio del club, por su historia y su bagaje, hace del blaugrana un conjunto que, igual que el Madrid en la Champions, no se le puede dar nunca por muerto. Y menos, con un tipo valiente y con las ideas claras como Joan Laporta al frente de la nave.
Lo más racional hubiera sido gastar poco y reestructurar la deuda, pero con el riesgo de perder piezas importantes, de no ganar nada y de devaluar el equipo. Laporta, como si de una partida de póker se tratase, se la jugó al ‘all in’. El todo por el todo. Y ha hecho un equipo para volver a competir. Pero más allá de esto, ha conseguido una cosa que parecía imposible con tan poco tiempo: ilusionar a todos los aficionados culés.
Los seguidores blaugranas están impacientes para ver competir a su equipo. Ejemplo de ello, el sold out en el Camp Nou y las largas colas para comprar los últimos tickets. Pero toda esta ilusión es, al mismo tiempo, una presión extra para Xavi y sus jugadores. Laporta se la ha jugado, ahora ya no hay excusas. Toca volver a ganar sí o sí.
ADRIÀ COROMINAS/twitter: @adriacat
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