Sea quien sea el presidente de la rectora del fútbol ecuatoriano y ante la huida del malabarista de palabras Jordi Cruyff, nuestra Tri exige urgentemente un estratega responsable, ganador y de enérgico carácter para manejar las sesiones de entrenamiento, partidos amistosos y los oficiales. El tiempo nos puede pasar factura por las proximidades de las eliminatorias sudamericanas que están previstas para octubre/noviembre del presente año, y en estudio aún de cómo avance la pandemia del COVID-19 la FIFA consideraría armar dos grupos.
Es importante recordarle a los lectores, hinchas, dirigentes y quienes transitan en el periodismo que en esta columna antes de la superpublicitada venida de Cruyff sugerimos con altura educativa nombres de eméritos profesionales que debían conformar el cuerpo técnico. ¿Y por qué no consideraron ninguno de los mencionados? Fácil. Porque los dirigentes pensaron contratar una línea europea y así se dio. Hoy están que se dan contra el piso y aún más esos forajidos se nos llevaron miles de dólares sin pisar una cancha para dirigir una práctica. Dinero que habría servido para fomentar unas 50 escuelas de fútbol y brotaran de ellas talentos del balón. Un desliz que la afición jamás perdonará.
El cuerpo técnico sugerido es el siguiente: como entrenador, Álex Aguinaga; asistentes de campo, Paúl Vélez y Carlos Torres Garcés; preparador físico, Duffer Alman; gerente deportivo, Dusan Draskovic; coordinadores administrativos, Antonio Andretta, Roberto Ponce y Andrés Gómez Santos.
Veamos sus perfiles de una manera serena. Álex Aguinaga tiene méritos para ser designado; en cancha fue un guerrero vencedor, se siente capaz para dirigir con orgullo a la Tri y posee una herencia de saber manejar camerinos en donde pueden aparecer las trinquitas. Paúl Vélez y Carlos Torres Garcés son profesionales leales. El primero ejemplar como entrenador y el segundo un insigne conductor con características de cumplir un buen trabajo en el grupo.
De Duffer Alman nadie discute su capacidad y su experiencia como preparador físico. Dusan es tan querido como tan estudioso de nuestro balompié. Antuco Andretta y Roberto Ponce, de vastos conocimientos y armónicos para cumplir como coordinadores, y de Andrés Gómez quizás dirán que no está inmerso en el fútbol. Es cierto, pero su imagen de glorioso deportista, su dedicación al balompié y sus ganas de servir a la patria lo hacen merecedor a ser considerado. ¡Cuántos han llegado a la Ecuafútbol sin haber pateado un esférico!
Bien puede agregarse a esta nota otros profesionales capaces que quieran conducir este barco que está anclado. No sin antes elevar el nombre del español Miguel Ramírez, actual técnico de Independiente del Valle, de recia y ejemplar personalidad, que sabe conducir grupos, construye tácticas vencedoras, serio, respetuoso. Conoce largamente el medio ecuatoriano, reconoce el talento, la creatividad y la polifuncionalidad del futbolista; trabajador en la cancha y un personaje de oro para dirigir la Tri. (O)