No fue el primer futbolista icónico del Barcelona SC que luego vistió la camiseta de Emelec. Antes lo hicieron, entre los jugadores que son considerados símbolos canarios, tres zagueros: Walter Cárdenas (que también alineaba como volante), Alfonso Quijano y Hólger Quiñónez (quien después de una campaña volvió a ser amarillo varias temporadas después). Pero cuando el guardameta Carlos Luis Morales se unió al equipo eléctrico, en 1997, se produjo una conmoción deportiva.
Pero Morales estuvo vinculado al club millonario 15 años antes de su arribo definitivo al club, aunque no pudo debutar oficialmente. El viernes 6 de agosto de 1982 el proyecto económico de los millonarios -que incluyó varios fichajes como los de Juan Ramón Silva y Ecuador Figueroa, llegados de Universidad Católica y Liga de Quito, respectivamente- se fue a pique. Estalló la crisis. La plantilla se declaró en huelga y resolvió no enfrentar al 9 de Octubre, 48 horas después, si los dirigentes, que les adeudaban cuatro quincenas, no cancelaban por lo menos una.
Para recibir en un estadio Capwell semidestruido a la poderosa Liga de Portoviejo de los argentinos Mariano Biondi y Arístides Rodríguez, Emelec inscribió a varios futbolistas juveniles y también a veteranos como el golero Enrique Aguirre y el delantero Félix Sabando. El 15 de agosto de 1982, en ese 0-0, Morales tal vez pudo estrenarse como azul. No ocurrió.
Contaba EL UNIVERSO que para ese difícil compromiso “otros elementos que se preparan por si acaso su presencia sea necesaria en el equipo (Emelec) son Carlos Morales, exarquero de Barcelona y de la selección amateur de Guayas”. La información hacía referencia al portero de 17 años que luego reencontró espacio como canario y se consagró. Lo había llevado al plantel azul el técnico ecuatoriano Eduardo Macías (asumió en lugar de Juan Eduardo Hohberg, quien apoyó a los huelguistas), que lo conocía del combinado provincial. Si el experimentado Chino Aguirre -que había atajado en Barcelona hasta 1978- no hubiese sido fichado de emergencia tal vez Morales habría ido al arco de Emelec frente a Liga (P).
Pestañita se estrenó en la primera división en mayo de 1983, un mes antes de cumplir 18 años, con Barcelona en una visita al Deportivo Quevedo (0-0).
En 1984, Morales estuvo otra vez cerca de ser millonario, como publicó EL UNIVERSO al revelar el interés de Barcelona por Israel Rodríguez e incluir a Pestañita como parte de la transacción. Aquel año, desde radio Atalaya, el comentarista Mauro Velásquez se opuso vehementemente a ese posible cambio en el Astillero. “Cuando hablé con Isidro Romero en su oficina, no hubo acuerdo por el sueldo y tampoco por prima. Si se hubiese dado ese caso, en lo económico, el traspaso se habría concretado”, le dijo el eléctrico Rodríguez a EL UNIVERSO en una entrevista en 2017.
De su ida a Emelec, Morales le explicó a El Comercio en 2016: “Tomé una decisión para darle de comer a mis hijos. Yo soy barcelonista de corazón y eso no cambió por haber vestido la camiseta rival. Un hincha opina cualquier cosa, a veces no razona”. En la nota con el periódico quiteño Morales relató, acerca de si se arrepentía de haber jugado para Emelec que “jamás me puedo arrepentir de las cosas que he hecho, más aún si fui un jugador que estuvo en los dos equipos más grandes del Guayas”. Eso sí, lamentó la actitud de varios jugadores de Barcelona de esa época. “No sentí nada hasta que jugué el primer Clásico, cuando vi que mis excompañeros me atacaban. Fue difícil”. (D)