A más de un mes de haber protagonizado un escándalo de violencia familiar, el ecuatoriano Renato Ibarra hizo declaraciones públicas en las que rechaza haber agredido a su expareja y se queja de haber sido maltratado por la prensa mexicana.
"Hubo un problema familiar, pero nunca hubo agresión a mi expareja", dijo Ibarra en entrevista para ESPN. "Me ha dolido cómo la prensa ha manejado todo esto. Todo es muy injusto", añadió.
En marzo pasado, Ibarra fue remitido a un reclusorio mexicano en prisión preventiva por presuntos delitos de violencia intrafamiliar, tentativa de aborto y tentativa de feminicidio en contra de su expareja Lucely Chalá.
A pesar de que en un principio Chalá declaró ante las autoridades las agresiones de Ibarra y las ventiló en una revista de espectáculos, posteriormente negó ante una jueza de control las acusaciones en contra el seleccionado ecuatoriano.
"He visto publicaciones que me han dado duro, y de periodistas grandes", lamentó Ibarra que llegó al fútbol mexicano en 2016 para el América, equipo con el que ganó una Liga, una Copa y un trofeo de Campeón de Campeones.
Ibarra sólo quedó por afrontar el cargo de violencia familiar en libertad, pero el América, propietario de su carta, lo separó del plantel, a pesar de tener contrato vigente hasta 2023. AFP