En los partidos trascendentales y definitorios Rubén Darío Insúa siempre usó una camisa color ladrillo.
En sus inicios como director técnico dirigiendo a Barcelona SC en 1997, el argentino también lucía una corbata negra que con el paso de los años fue dejándola a un lado.
Verlo en el estadio Monumental con la camisa color ladrillo remangada comenzó a hacerse habitual desde ese año.
Lució el mismo conjunto el día que San Lorenzo de Almagro se proclamó campeón de la Copa Sudamericana 2002 ante Atlético Nacional de Colombia, en Buenos Aires.
Insúa parece ser un hombre lleno de augurios, lleno de mística; aunque en 2013 afirmó que las cábalas no existen.
"Las únicas cábalas para que un club tenga éxito es trabajar mucho todos los días, entrenar a doble turno, concentrar antes de los partidos, tener buenos jugadores y estar unidos dirigentes, cuerpo técnico, jugadores e hinchas", manifestó cuando entrenaba a Deportivo Quito.
Registros fotográficos indican que también usó camisas blancas y negras, o simplemente camisetas y llamativas chaquetas.
Deportivo Quito, Barcelona (segunda etapa), El Nacional, y ahora Liga de Portoviejo. En todos los clubes nombrados hay registros de Rubén Darío Insúa vistiendo la tradicional camisa color ladrillo.
A propósito de esta curiosidad, el Poeta Insúa vistió la camisa color ladrillo el día del último partido de la temporada regular del campeonato de la Serie B ante Orense, el 27 de noviembre, en el estadio Reales Tamarindos de Portoviejo. El marcador final fue 1 a 1. Liga de Portoviejo cristalizó su ascenso a la Serie A de Ecuador el domingo con un empate (0-0) como visitante frente a Independiente Juniors. (D)