Es inadmisible que la dirigencia de Barcelona, me refiero a la que está por salir del club, no le ofreciera el cargo que dejó vacante el uruguayo Leonardo Ramos a un técnico nacional. Contrataron a un entrenador que fracasó en su intento de clasificar al Deportivo Cuenca a los playoffs. Es una medida que realmente no comprendo.
No está bien que venga un técnico que hasta la semana pasada estuvo en otro equipo para que dirija los partidos que pueda jugar Barcelona en la fase final. Yo he conversado con el presidente electo Carlos Alfaro Moreno y sé que no está de acuerdo con esta decisión del directorio que está por entregar el mandato, pero Alfaro Moreno recién puede tomar las riendas del club una vez que termine el campeonato 2019 (hasta ocho días después del último partido).
En Barcelona, la dirigencia pudo fijarse en un técnico ecuatoriano que esté trabajando en sus divisiones menores.
En cuanto a los playoffs, los canarios tienen grandes opciones de eliminar al Aucas en la primera ronda (cuartos de final) porque los capitalinos no están en un buen momento. Además, Barcelona tiene futbolistas espectaculares, pero no está bien traer un técnico solo por varios partidos. Sin embargo, tiene muchas y mejores opciones que Aucas.
Barcelona reemplaza al uruguayo Leonardo Ramos con un entrenador que fracasó en su intento de clasificar al Deportivo Cuenca a los playoffs. No hubo oportunidad para un técnico nacional.
En otra llave creo que Liga de Quito es favorito para imponerse sobre Universidad Católica, porque los camaratas vienen de cuatro partidos sin ganar: tienen tres empates y una derrota. También creo que Independiente del Valle puede ser superior al Delfín, que es un rival que de repente juega bastante bien.
Sobre los duelos de ida y vuelta entre Macará y Emelec debo decir que hay que tener jerarquía para jugar este tipo de partidos, que son finales. Esa jerarquía la tiene Barcelona, que ha estado dos veces en finales de la Copa Libertadores; la tiene Liga, que ha sido campeón de la Libertadores y de la Sudamericana; también tiene jerarquía Emelec, que clasifica permanentemente a ese torneo internacional. Tener jerarquía es un factor importante que les puede pasar factura a los equipos que enfrenten a adversarios que sí la tienen. Esto lo digo sin menospreciar a los demás.
Este sistema de playoffs se puede poner interesante. Antes de que se inicie tendremos un tema futbolístico atractivo: se jugarán las finales de la Copa Ecuador y es llamativo que en ella no estén Barcelona o Emelec. Pelearán por el título Liga y Delfín. Volviendo al torneo de la LigaPro, insisto en que en él van a prevalecer los equipos que tengan jerarquía. Veo posibles finales entre los del Astillero, o una entre Emelec y Liga (Q). Delfín puede despuntar, Católica perdió una gran posibilidad de ir a la Libertadores porque perdió contra América; pero el del 2019 ha sido un certamen muy irregular, tanto que cualquiera puede dar el campanazo.
Creo que el sistema usado este año no es bueno y debe ser rectificado porque hay muchas posibilidades de que ocurran injusticias. Por ejemplo, luego de hacer una tremenda campaña Macará puede ser marginado en cuartos de final frente a un Emelec que viene embalado. El conjunto que dirige Ismael Rescalvo, más Liga y Barcelona, están en una curva de rendimiento que es ascendente. Creo que el sistema puede ser injusto para los que han hecho una campaña muy regular, como Macará. (O)