De vuelta en sus menesteres como director técnico de la Selección Juvenil de Ecuador, luego de tres partidos al frente de la Tricolor absoluta en dos fechas FIFA, Jorge Célico centra su atención en la categoría sub-23. En diálogo con EL UNIVERSO, el argentino dice que su nuevo reto es darle al país su primera participación en unos Juegos Olímpicos en Tokio 2020, pero deja en claro que los clubes deberían cooperar cediendo los jugadores que él quiere convocar. Hoy arranca el primer periodo de observación de futbolistas de cara al Preolímpico Colombia 2020.
¿Definitivamente no le ofrecieron dirigir a la Tricolor mayor?
Nunca. Jamás me ofrecieron. Solamente lo de cumplir la tarea de... Creo yo haber comenzado un recambio, y para mí va por buen camino, por eso invité después del partido contra Argentina a no creer que este es el nivel de los chicos. Los procesos no son de un día para el otro, no existe un proceso de una semana o un mes. Creo que estos chicos pueden consolidar una linda idea de juego con el nuevo entrenador.
Después de las dos fechas FIFA, en las que vencieron a Perú y Bolivia y fueron goleados 6-1 por Argentina, ¿cuál fue su mensaje final?
Nada. Que tengan la cabeza en alto. No le deben nada a nadie. Enfrentamos a una gran selección en un contexto muy difícil. No quiero hacer hincapié en el contexto porque el espectador puede pensar que es una excusa, pero sí fue bien complicado.
¿Ante la grave situación que atravesaba el país, pidió a la FEF suspender el partido contra Argentina?
Lo pensé en Quito, antes de viajar, porque ya nosotros no podíamos salir de la Casa de la Selección (por las violentas manifestaciones). La ruta estaba cortada. Le pregunté a un dirigente: qué posibilidades hay de suspender este partido, porque no estaban dadas las condiciones de llegar al aeropuerto. Obviamente había compromisos comerciales y era muy difícil cancelarlo.
Supimos que tuvieron que modificar el itinerario para llegar al aeropuerto.
Salimos a las 04:30 porque era la hora que nos permitía la Policía resguardarnos, ya después de las 05:00 no nos daban seguridad. Pero lo lindo de esto es que llegamos al aeropuerto y tuvimos que esperar cuatro horas y media para tomar un vuelo a Guayaquil. Y con tanta mala suerte, que se retrasó el vuelo y se ‘rompió’ el avión, llegamos al día anterior al partido.
¿Considera que influyó la situación conflictiva que vivía el país en el resultado?
Afectó la preocupación de los jugadores y el jet lag. Tuvimos que bajarnos del avión dos veces y estar en el avión dos horas sin aire acondicionado. Fue una situación anormal que seguramente influyó, y también influyó la mala actuación nuestra.
¿Cuál es el próximo reto?
La idea es claramente ganar el Preolímpico y meternos por primera vez en la historia de unos Juegos Olímpicos. Si los clubes nos ayudan, podemos tener un gran éxito para el Ecuador. Yo lo avizoro.
¿Qué descubrió usted para Ecuador?
Una gran cantidad de talentos. Cuando vengo a firmar en la Federación yo me deshago de una zona de confort, yo estaba ocho años dirigiendo a Universidad Católica, y en buen nivel, y sacábamos jugadores. Eso me hizo ver que había futbolistas para competir; y estaba esa tara de no conseguimos nada a nivel internacional. Yo decía: ‘Qué raro porque yo veo que el Ecuador tiene material. Algo no se está haciendo bien’. Eso es lo que entusiasmó para venir a la FEF para ser el director de formativas. Acá se incrementó el trabajo, y la responsabilidad es mayor porque es una selección.
¿Le gusta el trabajo de seleccionador nacional o prefiere el día a día?
En juveniles es distinto aunque es el día a día también. Desde hoy tenemos un microciclo con la sub-23, por lo que trabajamos domingo, lunes, martes y miércoles; pero jueves, viernes, sábado y domingo es para ver jugadores en otros lados, hacer seguimiento de lo que vimos en microciclos, ver entrenamientos, conversar con entrenadores...
¿Pero no extrañaba dirigir domingo a domingo?
Eso sí. Al inicio me costó muchísimo, llegar al fin de semana y preguntarme qué partido voy a ver, y cuando llegaba a mi casa de ver un partido, decía: qué partido miro de los que grabé en el TV de mi casa. Cambia totalmente porque no tienes ese estrés de ese día; lo que pasa es que se genera un gran estrés en el momento de la competencia. A nivel de selección se trabaja en silencio semana a semana. Lo que sí me gusta es que me he dotado de mayor conocimiento del fútbol ecuatoriano. Hoy puedo decir que mi cuerpo técnico y yo tenemos un espectro amplio del fútbol ecuatoriano.
¿Siente que este es su lugar en el mundo y el momento indicado, o puede cambiar?
Ojalá sea para mayor. Quién dice algún día, no este Mundial, tal vez el próximo, lo tenga que dirigir yo. Que me toque con la selección mayor ser campeón del mundo, ¿por qué no? Puede haber momentos mejores. Hasta ahora es un muy buen momento desde el punto de vista de madurez mía, un montón de cosas. Es como que le vas agarrando la mano y dices: ummm... por este lado va el tema de la selección.
Sea sincero: ¿estaba esperando que lo nombren DT de la absoluta?
Sí me hubiera gustado, ¿por qué no? ¿Tiene algo de malo eso? Yo a mis jugadores les digo que tienen que ser ambiciosos. Un tipo ambicioso es quien va por más porque quiere mejorar en su vida, y para mí hubiera sido un orgullo enorme, claro. Y no es que estaba esperando, porque también es cierto que la FEF jamás me tuvo en cuenta en ese aspecto; sí me ha tenido terriblemente en cuenta en el tema de la Juvenil. Entonces sí, cómo no voy a tener la aspiración algún día de poder jugar con estos mismos chicos un Mundial y algunos otros más, y quién sabe si llegar también al séptimo partido en la Copa del Mundo.
Hace poco le preguntaron si le gustaría dirigir a Barcelona, ¿está dispuesto a volver a dirigir un equipo?
Por supuesto. No cierro la puerta a eso, porque evidentemente detrás de cada uno de nosotros está el crecer, el tener otros retos. El ser humano es así. Esas sensaciones de buscar nuevos retos a mí me generan felicidad. Entonces sí está la posibilidad de que, sin ponerle el nombre propio a un club, que cualquier institución se acerque y uno elija ir a esa institución.
Entonces nos confirma que ha tenido ofrecimientos.
Sí, de otros lados sí. De Panamá, de México, de Argentina me llamó Huracán. Sí tuve ofertas. Pero eso no quiere decir que no priorizo la Federación, porque la he priorizado, he hecho caso omiso a todas esas ofertas, eso que quede bien claro. (D)
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Futbolistas
fueron citados para el primer microciclo de la preselección nacional sub-23. Ecuador se alista para el Preolímpico que se disputará en Colombia, en enero del 2020. (D)
Nos despojamos de esa idea anterior que era solamente focalizar la atención en los jugadores que estaban en primera división, y nada más. En divisiones inferiores hay mucho talento
Jorge Célico, Director de formativas de Ecuador.