Hoy los jóvenes que tomaron la dirección del club en un momento crítico ante la amenaza de su desaparición, han convocado a un Reencuentro de las Leyendas de Liga Deportiva Estudiantil. Los deportistas de todas las épocas acudirán desde la mañana (10:00) a la sede de Puerto Azul para revivir momentos triunfales en todos los deportes y recibir el reconocimiento institucional.
Hubo un momento de la historia del deporte en nuestro país en que LDE fue la primera fuerza. Dudo que haya una entidad que reúna mayores glorias deportivas y tantas estrellas de talla internacional que en algunos casos asombraron al mundo. No es exageración de un periodista que llegó como nadador al club en 1955 y sigue en las filas ligadas como socio vitalicio. Es una realidad fácil de documentar.
Basta decir que a las filas de LDE pertenecieron los que protagonizaron la más grande hazaña nacional que se recuerde: Los Cuatro Mosqueteros del Guayas. Carlos Luis Gilbert, Ricardo Planas Villegas, Abel Gilbert y Luis Alcívar Elizalde nacieron en cuna ligada y cuando Ecuador era absolutamente desconocido en el deporte internacional, en Lima, en 1938, compitiendo solo en el estilo libre frente a equipos completos con experiencia olímpica, ganaron el título de campeones sudamericanos, provocando la más grande fiesta que se recuerde.
Ese mismo 1938, en los I Juegos Bolivarianos de Bogotá en que los nadadores nacionales volvieron a deslumbrar, nació la estrella de uno de los ligados más famosos universalmente. Fue campeón y medalla de oro en esos Juegos y un año más tarde conquistaba el título sudamericano en Uruguay. Aunque luego pasó a otro club, Pancho Segura Cano reconoció siempre que su cuna fue la LDE.
Luis Alcívar fue doble campeón sudamericano y se convirtió en el primer ecuatoriano en batir un récord surcontinental en 1939, en Buenos Aires. Cristóbal Savinovich fue el primer ornamentalista en lograr un oro en su especialidad en 1939. Juvenal Sáenz fue estrella sudamericana del baloncesto y tercer mejor encestador de los Sudamericanos de 1938 en Lima y 1942 en Chile. César Salazar Navas, un maravilloso peso mosca, fue en 1942 campeón sudamericano en su categoría y primer boxeador en ostentar un título internacional.
Esta columna es corta para citar a tantos deportistas legendarios. El club llegará pronto a los 100 años y su historia es rica en hazañas y proezas. Quienes hemos estado desde nuestra adolescencia en LDE podemos decir con orgullo que nuestra institución fue siempre una escuela de salud cívica, cuyo sumo maestro fue don Miguel Roque Salcedo, pero en la que también predicaban con la palabra y el ejemplo el inmenso Elí Jojó Barreiro, Carlos Negrón, Carlos Luis Grillo Gilbert, Honorio Cocoliche Cucalón y el inolvidable Manuel Gomita Gómez, entre otros muchos próceres de la causa elegolé.
Álex Wiesner Falconí, exfutbolista, asumió la presidencia en 1975 en un momento crítico para la Liga. En varios periodos le devolvió la grandeza al club que era campeón en casi todos los deportes: básquetbol, fútbol, béisbol, natación, lucha, hockey en patines y patinaje, gimnasia olímpica y otras ramas deportivas. Más de 40 años después está al frente de la institución Alex Wiesner Flor, su hijo, presente desde su temprana niñez en las instalaciones de LDE que estaban en esa época en la avenida Carlos Julio Arosemena. Fue y sigue siendo un deportista de gran calidad.
Álex Jr. asumió este año, en junio pasado. La entidad estaba al borde de la quiebra. Una mala administración prácticamente entregó la sede de Puerto Azul a algunos concesionarios que presumieron, ante la falta de control y contratos irregulares, que los dueños de Liga eran ellos. Las deudas ahogaban al club y los socios habían desaparecido. De 1000 o más socios cotizantes, quedaban apenas una docena. El personal administrativo de LDE estaba impago y el Municipio y el IESS acosaban con gestiones de cobro y juicios coactivos.
¿Qué impulsó a los miembros de la directiva a hacerse cargo de un club quebrado? Únicamente la pasión por los colores azul y blanco. La mayoría de ellos eran los que corrían por las viejas instalaciones de la Carlos Julio Arosemena, los que nadaban, jugaban tenis y voleibol. Pero la razón de su pasión es lo que oyeron en sus casas por sus padres, dirigentes y deportistas, en el propio club donde conocieron al Grillo, a Cocoliche, a Chicken Palacios, a Fidel Miranda, a Juvenal Sáenz, a Jojó y su hermano Jijí Barreiro, a Rafael Patachón Mármol, a Miguel Cuchivive Castillo, a Víctor Andrade, a Carlos Valle, a Juanito Sala, a Jorge Chato Mejía, a Rafael Bolita Mejía y tantas otras lumbreras del deporte.
Así como Guayaquil, desde la politización de la Federación Deportiva del Guayas, vio morir todos sus deportes de alto rendimiento, en LDE pasaba lo mismo. Ya empezó la resurrección.
Cuatro meses solamente han pasado del día de la posesión del nuevo directorio. Recién palparon la dimensión de la bochornosa realidad. Pero no se arredraron. Empezaron la tarea de resurrección de Liga. Una de esas realidades era la desaparición del club de los campos deportivos. La enseña más emblemática de la ciudad ya no tenía deportistas. Así como Guayaquil, desde la politización de la Federación Deportiva del Guayas, vio morir todos sus deportes de alto rendimiento, en LDE pasaba lo mismo.
La tarea ha sido inmensa. Está recuperándose a los socios mediante concesiones especiales. El cobro de la cuota social se hace por débito automático. Está llegándose a soluciones favorables con las deudas del IEES y el Municipio. Los empleados están al día. La sede social ha vuelto a ser pintada con los colores ligados y reconstruidas todas las canchas y la piscina.
Pero, aparte de esto que tiene que ver con lo administrativo está el resurgimiento deportivo. Hoy existe una escuela de básquet para niños y jóvenes y en un tiempo más, si revive este deporte en Guayaquil, Liga saldrá con sus equipos. En natación se dispuso que el concesionario de la piscina integre a sus pupilos al club y no a una entidad de su propiedad. El club reaparecerá en el próximo torneo de novatos de EL UNIVERSO. Pronto se empezará con las escuelas de tenis en las tres canchas de la sede y se va a incorporar otra vez el taekwondo, el judo y otros deportes de combate.
Esta mañana, desde las 10:00, se realizará el llamado Reencuentro de la Fraternidad Elegolé. Todos los exdeportistas ligados están invitados al club. Los que construyeron la grandeza volverán a encontrarse en un abrazo y darán el respaldo a los que han asumido la tarea de devolverle a LDE el lugar que merece. No menos de 100 exdeportistas estarán en Puerto Azul. Habrá reconocimientos especiales para los más antiguos y los que dieron mayor gloria al club, empezando por un héroe de la causa elegolé: Miguel Cuchivive Castillo. (O)