Los grandes clubes del continente suelen apelar a las cesiones para dar salida a aquellos jugadores que no terminan de entrar en los planes del técnico o para lograr que determinados futbolistas adquieran los minutos y la experiencia necesarios para después poder triunfar con el primer equipo.
El pasado verano, la directiva del Atlético de Madrid aplicó está formula con hasta 11 futbolistas, pero lo cierto es que solo dos de ellos, el galo Theo Hernández, y el español Óliver Torres, están sacando partido a sus respectivos préstamos. El zaguero, de apenas 19 años, se ha consolidado como uno de los mejores laterales zurdos de la Liga; mientras que el centrocampista, de 22, vuelve a ser unos de los motores del Oporto.
Ubicados en una zona templada aparecen los argentinos Luciano Vietto y Mattias Kranevitter (ambos cedidos en el Sevilla). El primero arrancó la temporada con bríos (10 goles en 22 partidos), pero tanto su tendencia a la irregularidad como la reciente llegada de Stevan Jovetic invitan a pensar en una notable perdida de protagonismo en la segunda vuelta. El segundo, por su parte, sigue sin dar con la fórmula para adaptarse a la Liga española, tal y como se refleja en el hecho de que apenas haya sido titular en 5 partidos del torneo doméstico. Igualmente, el luso Diogo Jota (Oporto) también ha ido decayendo a medida que avanzaba el curso (no anota desde el pasado mes de diciembre).
Finalmente, el grupo de jugadores que no terminan de asomar la cabeza es el conformado por, tal y como cuenta As, el meta argntino Axel Werner (Boca Juniors), los zagueros Javi Manquillo (Sunderland), Emiliano Velázquez (Sporting de Braga) y Guilherme Siqueira (Valencia); el centrocampista Bernard Mensah (Vitória de Guimarães) y el delantero Santos Borré (Villarreal).