Sergio Romero, infalible en los penales: Boca llega a la final sin victorias en llaves directas
Boca Juniors se clasificó a la final de la Copa Libertadores tras eliminar a Palmeiras en campo brasileño. El elenco de Jorge Almirón no gana el certamen sudamericano desde 2007 y ahora tendrá que luchar con el fantasma de dos finales perdidas en 2012 y 2018. El cuadro argentino se medirá ante Fluminense, equipo de Germán Cano y compañía que querrá alzarse con su primer título internacional. Sergio Romero, una vez más, fue figura en la tanda desde el punto penal y se consolida como una de las máximas figuras de la copa, ya en un cruce directo con su compatriota Cano, máximo goleador.
De La Cruz, Medina y Gondou: jugadores más valiosos de la Liga Profesional
Boca llega a la final de la Copa Libertadores sin haber ganado ningún partido de las instancias directas. Almirón enlaza seis empates consecutivos, clasificando a cuartos, semifinal y final por medio de los 12 pasos. Romero, de 36 años, se ha convertido en el héroe Xeneize, mundialista que sigue incrementando su gran rendimiento en disparos directos. El golero argentino fue fundamental contra Nacional, Racing Club y Palmeiras, siendo la pesadilla de los equipos contrarios que no pudieron vulnerarlo.
Romero ha atajado seis penales desde los octavos de final de la Copa Libertadores, dos en cada llave decisiva. En toda la copa, el cuadro de La Boca solo ha perdido un encuentro y en ese partido Sergio Romero atajó un penal en los 90 minutos. La única derrota de Almirón y compañía fue ante el sorpresivo Deportivo Pereira, mismo que llegó hasta los cuartos de final en su primera presentación continental.
La final de la Copa Libertadores medirá a las dos máximas figuras de todo el certamen. Romero tendrá que verse la cara ante Germán Cano, goleador del certamen con 12 goles en 11 compromisos y quien, además, viene de celebrar seis goles en los últimos cuatro partidos coperos. Cano ajusta 36 anotaciones en todo el 2023 y actualmente es el mejor jugador del fútbol sudamericano, rótulo que se ha ganado gracias a sus sorprendentes números individuales que lo posicionan como la gran estrella de la final copera.
Fluminense no disputa una final de Copa Libertadores desde el 2008, campaña en la que fue subcampeón ante Liga de Quito. Nunca en su historia ha sido campeón en Sudamérica y se enfrentará al equipo que, si vuelve a ser campeón, igualaría la marca de Independiente de Avellaneda como el máximo campeón de la cita continental. Ojo al dato porque siempre que Boca jugó contra un equipo vestido de blanco, perdió la final de Copa Libertadores.