Levantó cabeza. Pasó de ir perdiendo a casi ganarlo, pero finalmente festejó el empate. Argentina, que cayó ante Italia en su debut en el Mundial de Australia-Nueva Zelanda, perdía 2-0 y terminó 2-2 contra Sudáfrica en la segunda fecha del Grupo G. Las albicelestes mantienen así la ilusión de avanzar a octavos de final en el principal torneo de fútbol femenino.
El equipo que conduce Germán Portanova había hecho un buen papel ante la Azzurra, pero un gol sobre el final lo condenó a quedarse con las manos vacías. Al sabor amargo del resultado se le sumaron cuatro amonestadas de las titulares, como (Mariana Larroquette, Miriam Mayorga, Florencia Bonsegundo y Eliana Stábile). De hecho, Mayorga recibió otra tarjeta amarilla en este segundo partido y se perderá el siguiente.
En un duelo parejo, la Albiceleste se acercó en algunos pasajes al arco rival pero no pudo concretar, tratando de generar juego interno, con buenos pases y dinámica. Pero el gol llegó para el rival, con el tanto de Linda Motlhalo a los 30 minutos de juego, chequeado por el VAR, por si había posición adelantada.
Siete minutos después, Paulina Gramaglia, que ingresó en este encuentro de titular -a diferencia del debut-, desbordó por la derecha, tiró un centro y la pelota dio en el travesaño, ya con la arquera sudafricana superada. Así se le escapó la principal chance de gol al conjunto argentino.
Y Argentina se salvó por muy poco de quedar 0-2, ya que Motlhalo arrancó adelantada al recibir un pase filtrado. La acción finalizó en gol, pero la jueza de línea marcó el offside y así se fue a los vestuarios, cayendo por la mínima diferencia.
Una situación de altísimo riesgo para el arco albiceleste se dio también ya en el inicio del segundo período. Al minuto de juego, Thembi Kgatlana se perdió la posibilidad de convertir, debajo del arco, tras un centro desde la derecha, ya que impactó mal y su toque se fue afuera, por el segundo palo. Milagro y salvación para las dirigidas por Portanova en Dunedin, en Nueva Zelanda.
A los 18 de la segunda mitad, Romina Núñez, la goleadora del campeonato argentino de la máxima categoría, no le pegó bien y se perdió el empate. Recibió un centro de Florencia Bonsegundo desde la izquierda y le dio de derecha, cerca del área chica, pero el balón se fue muy alto.
Pero otra vez sufrió la llegada de Kgatlana en el área chica y esta vez lo pagó muy caro Argentina. Una falla en defensa originó un centro desde la banda derecha y la delantera sudafricana convirtió cómoda, arriba, a los 21 del complemento, para no dar ninguna chance a la arquera Vanina Correa.
Ya buscando el ataque, el choque se hizo de ida y vuelta. A los 26, Érica Lonigro casi mete un gol, tras despejar un centro la arquera rival, la tocó de zurda, despacio, pero una adversaria la sacó en la línea de meta. Acto seguido, a los 29, Sophia Braun marcó un golazo desde afuera del área grande, casi al ángulo, para darle esperanza a la Albiceleste, en busca del empate. Y, con un lindo remate, Núñez tuvo su revancha personal a los 34 para conseguir la igualdad, para el delirio de los miles de hinchas argentinos en el estadio.
El DT buscó contrarrestar la potencia de las africanas. Según Portanova, la principal virtud rival era el despliegue físico. El técnico remarcó que sabía que las contrarias jugaban "de contra" y que debían tomar recaudos para evitar el partido de ida y vuelta constante, lo que no pudieron hacer en el complemento, porque quedaron dos goles abajo en el marcador y debieron salir a atacar.
La Selección cerrará la fase de grupos el miércoles próximo frente a Suecia, que es N°3 del mundo. En el partido del debut, las suecas sumaron los tres puntos sobre el final y comparten la cima del Grupo G con Italia. La esperanza sigue en pie.