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Al estadio de Gimnasia y Esgrima de la Plata le dicen el Bosque por estar ubicado dentro de un parque público. Uno de los mayores atractivos turísticos al sudeste de Buenos Aires. Un lugar apacible cuando no hay fútbol. Ayer, mientras se jugaba el Boca Juniors vs. Gimnasia, sucedió una tragedia que pudo tener dimensiones descomunales.
El partido estaba programado a las 9:30p.m (hora argentina), pero el árbitro Hernán Mastrángelo no podía dar inicio al fuego por una humareda que inundó el campo de juego. No se trataba simplemente del humo con el que las hinchadas locales suelen recibir a sus equipos. Era un humo tóxico, mezclado con los gases lacrimógenos que provenían de la calle en pequeñas cantidades.
¿Qué había sucedido? Se habían cerrado las puertas del estadio porque la capacidad había llegado a su límite, pero muchos socios se habían quedado afuera. Los reclamos, evidentemente, no se hicieron esperar. Como socios, ellos tenían un lugar reservado y se sentían burlados. La Policía, en lugar de apaciguar los ánimos, avivó la ira y comenzó a disparar balas de goma.
A las 9:44 p.m, cuando recién se habían jugado nueve minutos del partido, en el que actuaron Carlos Zambrano y Luis Advíncula, una nube tóxica ingresó al estadio. La represión a las afueras fue tanta que corrió como una ventisca picante. Tanto Ibarra, el entrenador de Boca, como el ‘Pipo’ Gorosito, entrenador de Gimnasia, le pidieron al árbitro que suspendiera el árbitro.
Y así fue. A las 9:45. un camarógrafo de TyC Sports llamado Fernando Rivero recibió tres disparos a quemarropa. Acto fue televisado en vivo. Minutos más tarde, ambos equipos corrieron hacia los vestuarios para estar a buen recaudo, pues las detonaciones no paraban y el público empezaba a inquietarse y a lanzarse al campo de juego. Y es que las puertas continuaban cerradas y no había cómo escapar, salvo treparse a las rejas.
A las 10:15 se oficializa la suspensión del partido. Era descabellado e inútil cualquier intento de reanudarlo. A partir del entonces la teoría de una sobreventa de entradas fue tomando mayor credibilidad. El intendente de La Plata, Julio Garro, mostró su desazón hacia la administración del club. “Me parece una imprudencia que haya entradas vendidas para gente que luego no pudo ingresar”, dijo.
Como pudo verse después, una socia le reclamó airadamente a Gabriel Pellegrino, presidente de Gimnasia y Esgrima de La Plata. Y le pidió que dejara el cargo porque “no estaba a la altura”. Pellegrino enmudeció y solo atinó a esperar que su seguridad acallara a la señora.
A las 11:30p.m., dos horas después del escándalo, se confirmó que un hincha del ‘Lobo’ de 57 años había perdido la vida a causa de un ataque cardiaco. Se llamaba César Gustavo Regueiro. Hoy, frente a los cuestionamientos del doble boletaje, el presidente Pellegrino solo ha atinado a echarle la culpa a la Policía. “Espero que busquen al responsable del operativo y también lo clausuren”, ha dicho.
¿Pasará otra vez? Pasará. Mientras no se asuma el problema, la violencia seguirá siendo una rueda giratoria en el deporte mundial.
Lo último
Hoy la Comisión Directiva del club Gimnasia y Esgrima se presentó ante la Justicia para poner a disposición toda la documentación necesaria “para esclarecer el episodio”. Niegan rotundamente que se hayan sobrevendido entradas. “Lo que pasó anoche fue responsabilidad de los controles por parte del Estado y un abuso de las fuerzas policiales”, ha dicho Mariano Cúneo, abogado del ‘Lobo’.
Sostienen que el club de La Plata cuenta con 25.890 socios habilitados y que se vendieron 3.354 entradas sobre las 4.450 que se habilitaron. En ese sentido, dirigentes de Gimnasia y Esgrima La Plata han presentado las planillas oficiales para, según ellos, desmentir las acusaciones del ministro de Seguridad, Sergio Berni de que vendieron más tickets de los autorizados.
De momento no se ha precisado hasta cuándo permanecerá clausura el estadio, pero el entrenador ‘Pipo’ Gorosito ya ha dejado evidencia de su disconformidad. Considera que ese no debería ser el castigo. “Lo de ayer fue una cosa de locos. Ahora, yo les digo una cosa: nosotros estamos peleando para salir campeones. ¿Qué culpa tenemos, con lo que pasó afuera de la cancha, para que nos clausuren el estadio? ¿Qué culpa tiene Gimnasia? Nosotros queremos salir campeones y nos cagan la vida jugar sin público. ¿Por qué nos sacan de nuestra cancha?”, finalizó.