FBC Melgar anunció que su próximo entrenador será el argentino Pablo Lavallén, un experimentado técnico que ha dirigido en su país y en la liga de Honduras. Y ahora sumará a su lista al actual mejor club de la primera división del Perú, club que es reciente campeón del Apertura y favorito para avanzar a cuartos de la Copa Sudamericana gracias al gran trabajo de Néstor Lorenzo, DT que seguirá su camino en la selección de Colombia.
El mayor éxito que ha tenido como estratega ha sido haber disputado la final de la Copa Sudamericana 2019 con Colón de Santa Fe. Así lo destaca el periodista argentino del Diario Olé, Diego Paulich. “Lavallén tiene una buena trayectoria. En la Primera de Argentina, le tocó dirigir muchos equipos recién ascendidos o que peleaban por mantener la categoría, e hizo buenas campañas. Colón, sin duda, fue su mejor momento”, manifiesta.
Lavallén se formó en un equipo grande de Argentina como el River Plate. Y desde las canteras ya compartía con Ariel Ortega y Marcelo Gallardo, quienes posteriormente se volverían jugadores históricos de la institución. Con el ‘Millonario, Pablo ganó tres veces el Torneo Apertura (1991, 1993 y 1994) y se consagró con el título de la Copa Libertadores en 1996, el máximo logro que ha obtenido en su carrera como jugador.
Tuvo, además, una etapa en México, en donde defendió la camiseta del Atlas entre 1996 y 2001. Allí, en el combinado rojinegro, pudo ser capitán y los hinchas lo llegaron a querer, convirtiéndolo en ídolo. En tierras aztecas también estuvo en los desaparecidos Tiburones Rojos de Veracruz, Real San Luis y Coyotes de Sonora.
Su último pase como futbolista profesional, en el verde, lo dio en 2007 en el club Platense. Se retiró esa temporada, pero quiso seguir vinculado al deporte del balón, por lo que empezó a trazar el camino para ser director técnico. Estudió, se preparó. Y en 2011, el River Plate le ofreció trabajar en las categorías inferiores: primero en la de menores y después en la de juveniles. Esa fue su labor durante cinco años, hasta que surgió la oportunidad de dirigir un club: el San Martín de San Juan. Debutó en febrero de 2016.
No obstante, a inicios de diciembre de ese mismo año cambió de aires y asumió la dirección del Atlético Tucumán, para la Copa Libertadores 2017. Era la primera vez que el combinado tucumano disputaba esa competición, y terminó la fase de grupos en tercer lugar, por lo que clasificó a la Sudamericana. Pero a mediados de ese 2017, Lavallén anunció que dejaba al ‘Decano’, y a finales de ese año tomó el mando del Belgrano de Córdoba. Sin embargo, no duró mucho tiempo, pues dimitió en mayo de 2018 porque la dirigencia no concretó los refuerzos que él había solicitado. “Siempre que me preguntan cuál de todos los equipos que dirigí tuvo más mi ADN, siempre digo que fue el San Martín de San Juan del primer semestre y Belgrano. Fueron los dos que más me gustaron desde lo futbolístico”, le dijo Lavallén al diario argentino Página 12 en setiembre de 2020.
Luego de renunciar al club, pasaron algunos meses para que consiga un nuevo plantel. Fue en marzo de 2019 que cogió las riendas del Colón de Santa Fe. Y logró que los ‘Sabaleros’ disputen por primera vez en su historia una final de la Copa Sudamérica, la del 2019 (el mayor logro de su carrera como técnico), pero perdió ante Independiente del Valle de Ecuador. “En mis redes sociales todavía me siguen insultando porque perdimos la final, pero nadie se da cuenta de que nosotros agarramos un equipo con problemas de descenso y que por primera vez en 115 años lo pusimos en una final”, le señaló al referido diario albiceleste.
Salió del club santafesino en diciembre de 2019 y estuvo dos años sin equipos. En ese intervalo dio charlas y pasaba tiempo en familia. Recién regresó a la acción en enero 2022 cuando fue fichado por el Club Olimpia de Honduras, el conjunto más ganador de ese país. Reemplazó a su compatriota Pedro Troglio. “Lavallén implementó en Olimpia un esquema táctico diferente al que venía jugando el Olimpia de Troglio, que ganó cuatro títulos seguidos. Troglio no se complicaba mucho: jugaba con dos torres adelante, a los que les llegaban los centros”, cuenta el periodista hondureño Alexei Morales.
“Lavallén cambió rotundamente el estilo de jugar de Olimpia. De ese pelotazo largo, dirigido a las dos torres, empezó a jugar al ras del pasto. A Levallén le gusta mucho salir jugando, el toque corto, el fútbol elaborado. La desventaja en Honduras es que las canchas son muy malas, incluso la del Olimpia”, agrega; “fue un cambio rotundo y abrupto al que muchos jugadores de Olimpia no se acostumbraron rápidamente. Entonces le pasó factura”. El argentino no pudo ganar el quinto trofeo consecutivo con los ‘albos’, pues cayó en semifinales de la fase final del Clausura 2022 ante el clásico rival Motagua.
En la prensa hondureña se habla de que de algunos futbolistas, que no estaban contentos con el estilo de juego de Lavallén, le ‘hicieron la cama’. Como haya sido, el hecho es que hoy el estratega bonaerense tendrá la oportunidad de plasmar su esquema en Melgar, un equipo que viene haciendo las cosas bien en Perú.
¿Y a qué juegan los equipos de Pablo Lavallén?
Con Olimpia, como lo mencionó Morales, Lavallén jugó “al toque corto, al ras de piso, al fútbol elaborado”. Esta idea es complementada por Paulich quien señala que los equipos del técnico albiceleste “son equilibrados” y que “trata de mantener el orden defensivo, pero sin resignar el ataque”. Él mismo Lavallén ha dicho, en TNT Sports Argentina, que le “gusta ver un juego más asociado”.
A eso se le adiciona la metodología que tiene. “Para mí se le saca más provecho al jugador cuando tienes otra cercanía y hay una empatía desde lo personal. El jugador te empieza a ver más como un compañero de trabajo que tiene que tomar las decisiones y no como el jefe”, declaró el estratega a Página 12.
Su fe en Dios
Lavallén es, además, muy creyente de Dios. Al medio TyCSports le contó que cuando jugaba en San Luis Potosí, en 2003, empezó a sufrir de episodios de depresión. No tenía ganas de levantarse ni de entrenar “Más allá de haber logrado un montón de cosas a nivel familiar y laboral, no estaba tan bien y tan completo como esperaba. Esa insatisfacción me despertó una angustia que fue aumentando. No entendía cómo podía ser que tuviera todo lo que anhelaba de chico y no lo disfrutara como soñé. Comencé a preguntarme para qué hacía eso, si valdría la pena”, narró.
Pero fue gracias a que se encontró con la fe que pudo salvarse. “Antes era creyente, pero no iba a la iglesia. Hasta que encontré a un pastor evangélico que fue a mi casa, hablamos muchas horas. Le conté que le tenía miedo a la soledad y que cuando estaba en un lugar lleno de gente no quería hablar con nadie”, dice. Y añade que el sacerdote le respondió que necesitaba a Dios en su vida. Desde ese momento, relata, comprendió que Dios estaba con él y ha adoptado un estilo de vida en el que trata de cumplir sus enseñanzas. Lavallén se volvió cristiano evangélico y se le ha visto en templos de Argentina y Honduras.
¿Cuál es el desafió con Melgar?
Lavallén liderará a Melgar desde el Torneo Clausura 2022 y el objetivo es ganar dicha competición, para hacerse con el campeonato general de la primera división peruana. Además, si el ‘Dominó’ vence a Deportivo Cali y continua en la Sudamericana, el argentino tendrá la tarea de llevar a los rojinegros a las últimas instancias. Quién sabe, disputar otra final y, por qué no, ganarla por primera vez. “Es un DT serio que con tiempo seguramente podrá desarrollar su proyecto”, acota Diego Paulich. “Si lo dejan trabajar, podría dar buenos resultados”, concluye, por su parte, Alexei Morales.
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