Edwin Cardona entró en el segundo tiempo para guiar la remontada de Boca Juniors ante Independiente por la Copa Diego Maradona, en un partido que le devuelve la confianza para la vuelta de Conmebol Libertadores frente a Racing.
En los últimos dos partidos por el torneo continental el mediocampista colombiano perdió su influencia en el equipo xeneize. Frente a Inter de Porto Alegre en La Bombonera, el técnico Miguel Russo lo puso como segundo atacante con Carlos Tévez.
En esa posición quedó sin contacto con la pelota, fundamental para desarrollar su fútbol. Lejos de Nicolás Capaldo, no pudo generar juego ofensivo para derrotar a los brasileños en casa. Para el complemento se retrasó al mediocampo pero sin la efectividad necesaria para evitar los penales.
En el comienzo de los cuartos de final frente a Racing, estuvo como media punta y su rendimiento decayó. Fue uno de los partidos más pobres del campeón argentino, limitado a las individualidades de Sebastián Villa. A Cardona le hizo falta tener el balón y el respaldo de Capaldo, Eduardo Salvio para asistir a Carlos Tévez.
Frente a Independiente, ingresó a los 65 minutos con el resultado abajo. Entró por Diego González en su posición natural, por la zona izquierda unos metros adelante de la primera línea de mediocampistas. Desde ahí puede correrse hacia el centro y marcar diferencia. En Avellaneda marcó uno de sus goles tradicionales. Enganchó hacia adentro y con derecha puso el 2-1 al segundo palo.
Este miércoles, Boca cierra la serie como local frente a Racing. Está 1-0 abajo y el colombiano demostró que en su zona de influencia, es determinante.