22/11/2024

Ricardo Vasconcellos Rosado: Alfredo Bonnard Jara y el Día del Arquero

Domingo 19 de Abril del 2020

Ricardo Vasconcellos Rosado: Alfredo Bonnard Jara y el Día del Arquero

Proponemos a la FEF que instaure el festejo aquí el 3 de noviembre, cuando nació Bonnard.

Proponemos a la FEF que instaure el festejo aquí el 3 de noviembre, cuando nació Bonnard.

Nueva Jersey -

Hoy, más que siempre, soy un devorador de diarios y revistas de todo el planeta aprovechando la tecnología y el ocio de la obligada cuarentena. En un mes he visto, además, más películas que en los últimos cinco años y he releído libros en los que he descubierto muchas cosas que me salté en la primera vez. La sensación de confinio, el aburrimiento y el hartazgo noticioso sobre la pandemia también tienen su lugar.

El deporte, la literatura y el cine son los mejores sedantes para mi espíritu en medio de esta tragedia insólita. Un dato captó mi atención. El pasado 14 de abril se conmemoró el Día Internacional del Arquero, que fue promovido por una firma fabricante de guantes y aceptada en el mundo. Esta celebración tiene su historia.

Es un homenaje al colombiano Miguel Calero, un golero que nació el 14 de abril de 1971, en Colombia. Jugó nada menos que 945 partidos en 20 temporadas, once de ellas en el Pachuca mexicano. También atajó en Sporting de Barranquilla, Deportivo Cali y Atlético Nacional en su país. Fue actor de seis Copas América para la selección cafetera. En el 2011 Calero sufrió una trombosis venosa en el brazo izquierdo. Por esa razón, abandonó las canchas el 29 de septiembre, sin poder finalizar la campaña. Su salud se deterioró y murió en diciembre del 2012, a los 41 años, producto de un infarto cerebral. Su deceso causó hondo pesar en el mundo del balompié. Fue velado en el estadio del Pachuca, rodeado de miles de hinchas. En el 2013, siguiendo la propuesta de la marca de guantes que lo vestía, se decidió reconocer como el primer Día Internacional del Arquero cuando Calero había cumplido 42 años: el 14 de abril.

  • Ricardo Vasconcellos Rosado: Alfonso Quijano, el único 'King' de nuestro fútbol

Esto del Día del Arquero me trajo un lejano recuerdo sobre un libro que había leído con ese título. Lo busqué en mi biblioteca en Nueva Jersey y lo hallé. Tengo la certeza de que lo compré en Buenos Aires, en 1990. Su autor es el periodista, escritor, guionista, docente de Literatura y conductor de televisión Juan Sasturain, argentino, y está ilustrado con dibujos del incomparable Roberto Fontanarrosa. Como muchos intelectuales de hoy, Sasturain (74 años) es un apasionado del deporte y es el editor del suplemento deportivo del diario bonaerense Página 12.

Carrizo, en Argentina

En Argentina celebran el Día Nacional del Arquero el 12 de junio de cada año, fecha del natalicio de Amadeo Carrizo. La conmemoración no fue obra de la Asociación de Fútbol Argentino ni del club River Plate, donde pasó la mayor parte de su carrera. Fue el Senado de Argentina el que instauró en el 2011 su fecha de nacimiento como la jornada de celebración de todos los porteros argentinos. Carrizo, quien estuvo varias veces en Guayaquil, disputó más de 600 partidos. Con la camiseta de River fueron 520, 24 de ellos por la Copa Libertadores y 60 con la camiseta de Millonarios de Colombia. Además, con la camiseta de la selección albiceleste fueron en total 22, tres de ellos en el Mundial de Suecia 1958.

Debió ser una elección difícil porque Argentina es tierra de guardametas prodigiosos desde Américo Tesoriere en los años 20, pasando por Juan Estrada, Juan Elías Yustrich, Julio Cozzi, Julio César Musimessi, Miguel Ángel Rugilo, Obdulio Diano, Antonio Roma, Rogelio Domínguez, Ubaldo Fillol, entre otros muchos grandes.

Hay una rara unanimidad con Carrizo, a quien se considera el inventor del arquero-jugador y el iniciador de una escuela de dimensiones universales. Era completo en un puesto muy difícil, dueño de las 18 yardas, dirigía a su defensa, muy seguro de manos, excelente ubicación, oportuno en las salidas y una especie de líbero en una época en que no se conocía el término. A nadie se le ocurrió contraponer el nombre de Sergio Goicochea, por ejemplo, alegando que al atajar dos penales en los cuartos de final y otro par en la semifinal llevó a Argentina a la final del Mundo en Italia 1990.

Con Carrizo se premió el conjunto de sus virtudes, su integridad técnica, no un episodio de su carrera, sino toda su larga vida en el fútbol.

El mejor de Ecuador

Conversando sobre este tema con Alexander Velarde, que fue arquero juvenil en Barcelona y dejó un gran futuro al viajar muy joven a Estados Unidos; con Franklin Moreno y Javier Velásquez, seguidores del fútbol, coincidimos en que el mejor arquero de nuestra historia es Alfredo Bonnard Jara. Los que lo vimos en sus años de grandeza no aceptamos otros candidatos. Como Carrizo, Bonnard fue un portero completo, lo que no se puede atribuir a los que llegaron desde los años 90 hasta hoy. Fueron muy buenos parados en la raya, pero fatales cada vez que se atrevían a salir. Víctor Espartaco Mendoza fue el mejor técnicamente, pero su arrojo le provocó lesiones que atentaron contra su carrera.

Bonnard surgió en primera siendo aún juvenil en 1947. Tenía 16 años cuando Dantón Marriott lo hizo parar entre los tres palos del Panamá. Los titulares se habían ido al Barcelona para cimentar la idolatría. No tenía mucha experiencia en el puesto porque en sus primeros momentos fue delantero en el México, un cuadrito del barrio de La Concordia.

Imagen 1: El delantero Isidro Matute (i) y Alfredo Bonnard, antes de un viaje con la Selección al Sudamericano de 1955. ARCHIVO

Para Sasturain, “la vocación pateadora es primeriza, natural, intuitiva. La atajadora no... El que ataja es porque ha vivido. Aunque sea un poquito”. Bonnard era alto, seguro, intuitivo, tenía voz de mando pese a sus pocos años y un prodigioso sentido de la ubicación. Se fue consolidando hasta convertirse en el mejor en su puesto. Cuando Gregorio Esperón armó una selección para la fallida participación en el Mundial 1950, Bonnard era el golero titular.

El mejor de Lima 1953

Del Panamá pasó al Everest en 1951 y al año siguiente fue al Norteamérica, con el que fue campeón. Tuvo actuaciones extraordinarias en el viejo estadio Capwell. Atajó en el memorable partido en que Norte ganó a Racing de Avellaneda y el de River Plate y Patria en diciembre de 1952. En 1953 fue la figura del Sudamericano en Lima. Nunca un jugador nacional cosechó, hasta ese momento, tantos elogios de la prensa peruana y extranjera. Ojalá algún día pueda hacer realidad mi sueño de publicar una biografía suya en la que incluya los artículos escritos en su homenaje en ese torneo. Fue elegido el mejor del Sudamericano y el empresario Alfonso Bogossian lo quiso llevar a Francia entregándole un cheque en blanco para que pusiera la cifra.

Imagen 2: Alfredo Bonnard (i), Jorge Delgado y Pablo Ansaldo, ya fallecido. Tres grandes goleros en el Círculo de Periodistas Deportivos (CPDE). ARCHIVO

Bonnard escogió fichar por Valdez con el que fue campeón en 1953 y 1954. Le había dado su palabra a Edmundo Valdez e iba a cumplir su promesa matrimonial con su hasta hoy esposa. Fue campeón con Patria y Barcelona. Volvió al Patria como arquero y técnico y armó aquel famoso equipo de ‘Los Carasucias’. Se retiró lleno de gloria en 1966, luego de cubrir el arco nacional en los Sudamericanos de 1953, 1955, 1957, 1959 y las eliminatorias de Chile 1962 e Inglaterra 1966.

Alfredo Bonnard nació en Guayaquil el 3 de noviembre de 1931. Proponemos a la Federación Ecuatoriana de Fútbol, que en acto de justicia y respeto a la historia, instaure el 3 de noviembre de cada año como El Día Nacional del Arquero, en reconocimiento a la trayectoria del mejor y más completo jugador en ese puesto en los 120 años de nuestro fútbol. (O)

Ver noticia en El Universo

Temas Relacionados: