El 25 de enero es un día que el joven Lautaro Valenti nunca olvidará. Había jugado los 90 minutos en la derrota de su equipo Lanúd ante Aldosivi y por su cabeza solo pasaba poder llegar a casa para recuperar fuerzas. Sin embargo, estaba parado en una esquina y ahí comenzó lo peor: su secuestro.
Dos semanas después de este terrible episodio, que llegó a sobrevivir junto a un amigo, el defensor de 21 años contó cómo fue todo lo que vivió. "Por suerte no pasó a mayores. Me agarraron en Lanús, me vieron en el auto. Yo estaba parando ahí por un kiosco y me agarraron tres", dijo el jugador a las cámaras de TyC Sports.
"Siempre tenía el fierro (pistola) en la rodilla. Si no pagaba me iban a meter un tiro", contó el jugador. Finalmente fue liberado gracias al pago de un rescate que asumió su representante, el mismo que tuvo que negociar con los delincuentes.
“Gracias a él estoy vivo. Pidieron 70 mil dólares, hicimos la denuncia y estuve como 9 horas declarando. Estoy agradecido a él y también por mi amigo. Es una lástima que pase esto, pero así estamos”, finalizó Valenti.