El italiano Daniele De Rossi anunció este lunes que deja el fútbol y volverá a su país por la necesidad de estar con su familia, luego de acordar la desvinculación de Boca Juniors.
"Necesito volver a casa. Me despido de Boca y del fútbol. Me despido de un club que me entró en el corazón, de este deporte, mi pasión. Iba a pasar en junio, en diciembre, pero tengo 36 años y no podía seguir 10 años más", señaló en conferencia de prensa.
El Gladiador, que jugó 18 años en la Roma y fue campeón mundial con Italia en Alemania 2006, aclaró que no tiene "ningún problema grave de salud" y dijo que solo siente "la necesidad de acercarme a mi familia, a mi hija; ellos me extrañan y yo los extraño".
"Voy a seguir en Italia trabajando en el fútbol, no sé en qué rol. Acá estamos muy lejos, es difícil conectarse con la gente en lo que pasa día a día. Voy a estar en Roma o ciudades cercanas", dijo acompañado por el presidente Jorge Amor Ameal.
De Rossi había llegado a la institución boquense en junio de 2019 y algunas lesiones lo alejaron de las canchas. Se había recuperado en noviembre pero sus actuaciones nunca llegaron a conformar del todo. En ese periodo jugó apenas siete partidos y marcó un gol.
La llegada de De Rossi a Boca se cristalizó por un deseo suyo de vestir la camiseta azul y oro, además de cumplir el sueño de jugar en el mítico estadio La Bombonera.
"Es un honor vestir esta camiseta. Quiero ganar todo", declaró al llegar, recibido con euforia y cariño por los aficionados.
La incorporación del italiano fue impulsada por el entonces director deportivo, Nicolás Burdisso, quien había sido su compañero de equipo en AS Roma. AFP