A sus 24 años, el delantero colombiano Mauro Manotas se ha convertido en una de las referencias goleadoras de la MLS. Autor de 15 tantos en los 36 choques que ha disputado con la elástica de Houston Dynamo, el de Sabanalarga ha completado sus registros con 7 asistencias, cifras que dejan bien a las claras su influencia en el juego del equipo texano.
Una vez concluida su temporada en el campeonato norteamericano hemos hablado con el ariete a fin de analizar tanto su trayectoria como los distintos detalles de actualidad de una MLS que se presenta como una liga emergente y en la que se están dando cita varios jugadores muy interesantes pese a las recientes salidas de Bastian Schweinsteiger o Zlatan Ibrahimovic.
Aterrizas en Estados Unidos muy joven. ¿Cómo fue tu adaptación?
Llegué a los 19 años a Houston y al comienzo fue difícil. Era la primera vez que salía de mi casa y me alejaba de mi familia durante tanto tiempo. Sin embargo, la adaptación acabó haciéndose más fácil, pues yo puse todo de mi parte desde el principio de cara a hacerlo lo antes posible. Hay que adaptarse a la vida porque la vida no se va a adaptar a ti.
En el aspecto personal no hubo ningún problema, aunque dentro del campo fue más complicado. Yo venía de un fútbol totalmente diferente. El fútbol colombiano es más pasivo que el de Estados Unidos. De cualquier modo, poco a poco me fui adaptando y después de un año ya estaba prácticamente adaptado.
¿Fue una decisión complicada aceptar este reto?
Cuando apareció la posibilidad por primera vez yo dije que no. Venía de disputar el Sudamericano sub’20 con la selección de Colombia y había pasado tres meses concentrado fuera de casa (diciembre, enero, febrero). No me quería volver a marchar tan rápido y hable con gerente de Houston para que dejaran que me quedara dos o tres meses para poder disfrutar de mi familia. Ellos me entendieron. Además, yo quería tener la oportunidad de jugar el Mundial sub’20, pues esto me hubiera dado la oportunidad de llamar la atención de otros equipos. Sin embargo, no me convocaron y decidí marcharme a Estados Unidos. Habían pasado tres o cuatro semanas.
¿Cómo ha sido tu evolución desde que llegaste?
En 2018 viví mi mejor año y pude romper varios récords de la institución en cuanto a goles se refiere. Hice muchos tantos y pude ganarme el cariño de los distintos estamentos de la entidad. Sin embargo, como te comentaba antes el inicio fue complicado. Yo venía de un fútbol totalmente diferente y al comienzo me dieron la oportunidad de ir al segundo equipo. Yo no lo dudé ni por un momento, pues lo que yo quería era hacer goles y disfrutar de continuidad. Eso fue algo que al club le gustó mucho, pues demostró mis ganas de avanzar para acabar triunfando.
¿Ir al filial no fue un problema para ti?
Cuando el entrenador y el gerente deportivo me iban a decir que si quería ir al segundo equipos ellos tenían el temor de que pudiera hacerme daño, pues yo había llegado para jugar en el primer equipo. Sin embargo, les sorprendieron mis ganas de jugar aunque fuera allí. En esos primeros tiempos el segundo equipo estaba arrancando y yo me iba en coche siete horas de ida y otras siete de vuelta. Jugué cuatro partidos, marqué tres goles y cuando regresé el entrenador vio que estaba bien preparado y me dio la oportunidad. Y no la desperdicié.
¿Cómo dirías que es la MLS a quien no la conoce?
La MLS es un torneo muy competitivo y muy difícil. Son equipos muy preparados, sobre todo físicamente. Además últimamente se han sumado muchos jugadores latinos a la competición, lo que la ha enriquecido técnicamente. Los viajes son muy largos y hay muchos partidos cada año. Al final la competición se hace muy dura. Hay equipos muy buenos que comienzan arrasando y acaban en los últimos puestos, pues hay mucha igualdad.
¿Con qué te quedas de este campeonato?
A mí me gusta sobre todo la igualdad y competitividad que hay en cada partido. Yo que he tenido la oportunidad de jugar en el campeonato colombiano, si comparas distintos aspectos no tienen nada en común. Aquí los entrenamientos son a muerte. Se lucha por todo. En Houston Dynamo nos jugamos el desayuno, un asado... siempre estamos compitiendo y eso hace que hasta los entrenamientos sean a muerte e incluso alguien acabe golpeado. Eso es algo que a mí me gusta especialmente, pues hace que cuando vas a los partidos sean como un entrenamiento más.
Esta mentalidad tan competitiva es inherente a los deportivas norteamericanos...
Si, completamente. Cuando habitualmente se vuelve de las vacaciones a la pretemporada lo haces para coger el ritmo. Sin embargo, cuando lo haces aquí ya te encuentras a los propios jugadores norteamericanos completamente en forma, con los músculos a tope y un escalón por encima a nivel físico.
¿Se pone más énfasis en los físico o en lo táctico?
Nosotros no hacemos demasiado físico, pues nuestro preparador dice que esta parte se trabaja en pretemporada. Nuestro periodo de preparación comienza en enero y hasta marzo no comenzamos a competir, por lo que ese es el periodo de carga. Vemos mucho vídeo y también se pone un especial interés en la táctica.
A muchos equipos les cuesta esto. Algunos acaban la temporada regular en el primer puesto y luego en playoffs caen eliminados a las primeras de cambio porque tienen el físico agotado.
Cada vez son más estrellas las que aterrizan aquí. Esto supone un notable espaldarazo al campeonato
Obviamente. Cuando hablamos de Carlos Vela o Zlatan Ibrahimovic lo hacemos de jugadores que vienen de grandes campeonatos y ayudan a mejorar el nivel de nuestra competición. Cuando ves que vienen futbolistas de este nivel tú también te preparas más para encontrarte en disposición de luchar contra ellos.
Nuestro último partido de la temporada fue ante LA Galaxy y fue el único en el que nuestro estadio se llenó. Lo hizo simplemente porque venía Zlatan Ibrahimovic, que además nos marcó un auténtico golazo que se celebró por el público como si lo hubiéramos marcado nosotros. Esto es algo que personalmente a mí no me gusta, pero que se da en la MLS.
No cabe duda que en los dos años que ha estado en LA Galaxy Zlatan Ibrahimovic ha sido uno de los grandes referentes de la MLS. ¿Qué supone enfrentarse a él?
Cuando juegas contra Zlatan Ibrahimovic él trata de minimizar a los rivales. Él ha sido protagonista de una gran carrera y, con ese biotipo que tiene le mete miedo a cualquiera. En la MLS los defensas le respetan mucho, pues si chocan contra él pueden acabar tirados en el suelo. Muchos le marcan poniéndole una mano en el pecho y él no tiene ningún problema para marcar golazos. Juega andando y se queda en la mitad del campo pidiendo la pelota para actuar mientras que todos van corriendo. Es increíble.
Otro referente del campeonato que dice adiós es Bastian Schweinsteiger. ¿Cómo ha sido su etapa?
Jugó un par de años y lo hizo como central. Siempre salía desde la defensa con el balón controlado y no daba ni un patadón. Eso da clara muestra de su nivel.
¿Qué futuro ves a la MLS?
La MLS va en franco crecimiento, aunque yo siempre he sido crítico con el formato de la competición y de la forma en que la ven los responsables de los equipos. Se ve demasiado como un negocio. Estamos en una Liga que comienza en marzo y acaba en octubre si no estás en playoffs. Si no te clasificas estás tres meses de vacaciones. Eso para alguien joven y con ambición de ser internacional con su selección y jugar en equipos grandes es complicado. Es imposible que un equipo europeo pueda verte bien con tres meses de vacaciones. Ellos no miran este tipo de cosas y también tiene su repercusión en la selección de Estados Unidos, que no estuvo en el Mundial de Rusia. ¿Qué haces con los internacionales de Estados Unidos que juegan en la MLS durante tres meses? Cuando llegan las fechas FIFA los jugadores no tienen ritmo.
Yo entiendo que el torneo empiece en marzo por el frío que hace en los meses anteriores y las dificultades que entrañaría ir a algunos lugares como Montreal o Seattle. Sin embargo, considero que deberá acabar más tarde. Tres meses de vacaciones para mi es demasiado.
¿Cómo es la fiebre por el soccer en Estados Unidos?
Si hablamos de Houston, hay un equipo de béisbol muy potente y la gente prefiere ir a verlos aunque tengan que pagar mucho dinero. Los latinos lo queremos todo gratis y si no nos regalan la entrada no lo vemos. En otras ciudades como Seattle, Portland, Toronto, Los Ángeles o New York siempre llenan el campo independientemente de los días que jueguen. Allí el fútbol se ve de un modo diferente.
Desde tu llegada en 2015 has notado avances en materia táctica en el campeonato?
La competición va evolucionando constantemente y los entrenadores van aprendiendo cosas nuevas. Te puedo hablar de Matias Almeyda, que llegó a San José y dio un giro radical a la parte táctica. Cuando aquí se está acostumbrado a sistemas como un 4-4-2 o 4-2-3-1 él llegó y se puso a hacer marcajes al hombre durante los noventa minutos. Sin embargo, esto es más de los latinos. Los entrenadores norteamericanos son menos innovadores a este respecto y se apuesta mucho por lo clásico. Les cuestan los cambios.
¿Cómo son los aficionados?
Son una nevera, tremendamente fríos. Se trata de aficionados muy distintos a lo que puede verse en las grandes ligas de Europa o Sudamérica.
Estas mostrando unos grandes registros de cara a puerta, imagino que en el horizonte estará la posibilidad de jugar en la selección de Colombia…
Sí. Ese es mi sueño. Desde pequeño aspiro a jugar en la selección colombiana. Sin embargo, hay que ser realista y soy consciente de para estar en la selección de Colombia hay que estar haciendo goles en Europa o en un equipo importante de una Liga de primer nivel. Si miras la nómina de delanteros ves a Zapata en el Atalanta, Roger Martínez en el América de México, Santos Borré en River Plate, Falcao en Galatasaray… Es complicado. Soy consciente de esto, pero estoy tranquilo porque acabaré llegando a un Liga grande y con los goles que yo hago voy a tener la oportunidad.
¿Cómo ves al combinado de Carlos Queiroz?
Muy bien. Era el cambio que necesitábamos y en la Copa América nos faltó ese puntito de suerte que tienen los campeones. Jugamos de tú a tú contra cualquiera y eso habla muy bien del cambio de mentalidad que hemos tenido. El próximo año la Copa América se celebra en nuestro país y tenemos que aprovechar ese cambio de mentalidad para ir a ganarla.
¿Qué ha cambado en el jugador colombiano para que cada vez sea más habitual verle en los grandes campeonatos?
El jugador colombiano ha cambiado la mentalidad. Es un jugador mucho más centrado que antes y más profesional. Los jugadores españoles que están en Europa son un ejemplo. El talento ya estaba, pero ahora también ha cambiado la cabeza.
Tu nombre ha aparecido en la lista de objetivos de varios clubes ¿Te ves cambiando de aires y afrontando un nuevo desafío?
Yo tengo muchas ganas y me siento preparado para jugar en cualquier equipo. Estoy tranquilo y he hablado con el club. Ellos saben cuál es mi deseo y también ellos lo tienen, pues desean que un jugador como yo que salió de la institución progrese, vaya a Europa, pueda jugar en la selección de Colombia y así se conozca más el nombre de Houston Dynamo. Mis planes pasan por poder encontrar un nuevo equipo en enero, aunque este es un tema que lleva mi agente Helmuth Wennin y su agencia Colombiagol.