El 15 de octubre del 2014, el Deportivo Capiatá logró una estruendosa victoria frente a Boca Juniors por la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana.
El Escobero, en ese tiempo un equipo muy bisoño, salió sin complejos sobre el césped de La Bombonera dispuesto a combatir el partido, pero también a jugar y a tratar de rentabilizar las ocasiones que pueda crear ante un rival con demasiado pergamino.
Y así lo hizo aquel día. La estrategia implantada por el entrenador resultó altamente rentable. Fue solidario en la marca y golpeó en ataque en momento clave.
Amenazó primero con un cabezazo de Carlos Ruiz Peralta, pero el zarpazo se produjo tras la gran atajada de Agustín Orión. El central Lisandro Magallán, en contra, despertó la algarabía irreproducible de los paraguayos sobre 44 minutos de la primera etapa.
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Este martes, el orientador Héctor Marecos estuvo como invitado en la mesa del Extra de Fútbol a lo Grande (Monumental 1080 AM) y rememoró la hazaña. “Capiatá era un equipo muy joven y realmente fue una sorpresa para el continente”, comentó.
“Cuando más pasa el tiempo uno va valorando cada vez más. Estuvimos hablando con los muchachos para reencontrarnos cada año y revivir todo, todas las anécdotas que pasamos, no solo en ese partido, sino en aquel torneo”, agregó el adiestrador.
El equipo de aquel día estuvo conformado por Antonio Franco; Ángel Martínez, Arnaldo Pereira, Néstor González y Arturo Aquino; Ricardo Ortiz (m.93, Jorge Candia), Blas Irala, Carlos Ruiz Peralta y Christian López (m.70, Julio Irrázabal); Fabio Escobar (m.87, Nelson Figueredo) y Óscar Ruiz.
En la vuelta, disputada el 23 de octubre en el estadio Feliciano Cáceres, en Luque, Boca Juniors se impuso por el mismo marcador y llevó la definición a los penales. En esta instancia, el equipo argentino fue más certero y se impuso por 4-3.