Roddy Zambrano es un árbitro de tarjeta fácil. La última actuación en la Copa Libertadores del hombre que estará a cargo de impartir justicia en el decisivo duelo entre Junior y Boca por el Grupo H lo deja claro: el pasado miércoles, en Belo Horizonte, el ecuatoriano dejó a Universidad de Chile con nueve hombres a los cuatro minutos del segundo tiempo por dos explusiones de doble amonestación, en un partido que terminaría en goleada 7-0 de Cruzeiro.
En total, Zambrano lleva dirigidos cinco partidos en la actual edición del certamen internacional y ya sacó 23 tarjetas amarillas, para una media de 4,6 por encuentro. Solamente en el encuentro en que justamente Junior visitó a Alianza Lima, mostró menos de cuatro cartones: ese día, en la victoria 2-0 de los colombianos en Lima, el hombre de negro sólo amonestó a Jonatan Álvarez, a cuatro minutos del final. Ese duelo es su único antecedente con cualquiera de los dos equipos que jugarán este jueves en Barranquilla: al Xeneize no lo arbitró nunca.
El ecuatoriano, de 40 años, es internacional desde 2012 y este año también tuvo a su cargo el partido de ida de la Recopa Sudamericana entre Independiente y Gremio, que terminó igualado 1-1 y en el que se lo cuestionó por haber recurrido (correctamente) al VAR para expulsar a Emmanuel Gigliotti por un codazo sobre Walter Kannemann. En su carrera, el árbitro estuvo presente en los Mundiales Sub-20 de 2015 y 2017 y en la Copa América Centenario de 2016, en la que sólo actuó en dos encuentros de la fase de grupos. Además, dirigió seis partidos de las últimas Eliminatorias Sudamericanas.
Una particularidad del ecuatoriano, de 40 años, es su actividad laboral por fuera del fútbol: Zambrano es chef y tiene una exitosa empresa de catering en Quito.