“Soy un volante que por momentos soy muy agresivo y necesito ser agresivo para darle presión al equipo. Después de la amarilla, siempre me tranquilizo”, declaró alguna vez Pablo Pérez cuando estaba en el ojo de la tormenta tras haber sido expulsado en el Superclásico de abril de 2016 a los 12 minutos del primer tiempo. Pero la realidad es que los números del volante surgido en Newell’s dicen otra cosa.
Desde que debutó en La Lepra, Pérez jugó en Emelec, Unión, retornó a Newell’s, emigró a Málaga hasta que llegó a Boca en 2015. Desde sus comienzos hasta hoy recibió 104 amarillas y 8 rojas en 212 partidos por ligas nacionales, 10 amarillas (cuatro en torneos de verano) en 18 partidos de copa nacionales y 15 amarillas en 32 encuentros por copas internacionales.
En resumen en 262 partidos que disputó en total en toda su carrera, 129 veces vio la amarilla lo que arroja un promedio de casi una amonestación cada dos partidos y la tendencia no marca que la experiencia le haya servido para saber controlar esa vehemencia con la que juega.
De hecho la jornada pasada volvió a las canchas tras recuperarse de su lesión ingresando a los 60 minutos por Seba Pérez y tan solo tres minutos más tarde fue amonestado.
Se viene la Supercopa Argentina ante River y Pablo Pérez deberá controlar su temperamento para no condicionar su juego ni el de su equipo, que necesitará de él para que los conduzca como el líder que es.
COMPETENCIA | AMARILLAS | EXPULSIONES | PARTIDOS |
---|---|---|---|
Ligas Nacionales | 104 | 8 | 212 |
Copas Nacionales | 10 | 0 | 18 |
Copas Internacionales | 15 | 0 | 32 |