Se sabe que Heinze es un personaje particular dentro del fútbol y volvió a demostrarlo tras la gran victoria de Vélez ante River. “Pido disculpas, pero no voy a hacer declaraciones. Este triunfo es de los jugadores y son ellos los que tienen que hablar. Que hablen ellos...”, dijo el Gringo en conferencia de prensa. Apenas se sentó unos segundos y se fue.
Pero no fue su primera vez en este sentido. Algo similar había hecho cuando consiguió el ascenso con Argentinos el año pasado. En esa oportunidad, el entrenador presentó a sus colaboradores y explicó que el logro deportivo era de ellos. Y se despidió para cederles la palabra.
Los números de Heinze no son malos: cosechó 7 de los 15 puntos que disputó. Sin embargo, la idea aún no termina de plasmarse en la cancha. Está buscando el entrenador. Arrancó el semestre con Zárate retrasado, casi jugando como un 5 adelantado. No fue caprichoso el DT y la semana pasada lo ubicó como punta. Ante River, también. Y Mauro jugó un buen partido, acompañado con el interesante Matías Vargas por izquierda y el sacrificado Agustín Bouzat.
“Estamos trabajando al mando de un gran entrenador. Estábamos un poco ansiosos porque los resultados no llegaban. Este triunfo nos tiene que brindar serenidad”, analizó Jesús Méndez, quien ingreso en la segunda parte.
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UN TRIUNFO NECESARIO
Y aclaró; “A los chicos los acompañamos desde la palabra y el consejo. Lo fundamental es que ellos estén tranquilos adentro de la cancha. No es fácil tomar buenas decisiones si estás nervioso”.
Lucas Robertone es uno de los muchos juveniles de Vélez. El volante de 20 años debutó con Cristian Bassedas como entrenador, pero después Omar De Felippe no lo tuvo tanto en cuenta. No entró en un bajón el Payaso. La llegada de Gabriel Heinze generó esperanza en los hinchas y renovó energías en el plantel. Robertone rápido se ganó la confianza del Gringo y ante River le devolvió algo: anotó el único gol del partido, su primer festejo en la máxima categoría en 11 juegos.
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“Nos jugábamos algo más que tres puntos. Enfrentar a un rival como River siempre es especial por el envión anímico que puede generar si le ganás. Nos impusimos en un partido durísimo y hay que disfrutarlo. Ganar regala confianza y eso es fundamental para el momento que nos toca vivir”, señaló el capitán Cubero.
“Esto es vivir un sueño. Tanto nosotros como la gente merecía este resultado. Fuimos superiores, especialmente en el inicio. Lo buscamos todo el partido, presionamos alto. Ojalá sea la primera de muchas buenas victorias”, señaló.