River sonríe en la Superliga. Tres triunfos en tres presentaciones y una victoria, la de ayer, con una base de jugadores surgidos de la cantera millonaria. Sin embargo la atención de Marcelo Gallardo, el plantel y los hinchas está puesta en lo que sucederá el jueves en la Copa Libertadores. Se jugará la revancha ante Jorge Wilstermann tras la durísima derrota que sufrió en Bolivia. El millonario deberá levantar un 3-0, una de las misiones más difíciles que ha tenido en este ciclo. O, en sus palabras: "El desafío más grande de mi carrera".
Para el partido del jueves (19.15 en el Monumental) Marcelo Gallardo ya armó su estrategia y decidió recluir a su plantel. River se alejará de los lugares en los que se suele mover. Se concentrará desde el martes en un lujoso hotel de Cardales, en la zona norte del Gran Buenos Aires. Ni el predio de Ezeiza ni la cancha de River. Buscarán de esta manera llegar lo mejor enfocados posibles para el duelo contra el conjunto boliviano.
Pensando en la revancha de la Copa, ya había decidido Gallardo cuidar a su equipo titular. Por eso en San Juan eligió una formación alternativa, repleta de juveniles (terminaron en cancha siete jugadores nacidos en las inferiores del club). De los habituales titulares jugaron ayer Jorge Moreira y Rafael Santos Borré. Los dos habían estado desde el arranque ante Jorge Wilstermann.
No será la primera vez que este equipo se concentre en Cardales. En la Copa Libertadores 2015, previo a la semifinal con Guaraní, el conjunto millonario estuvo allí. Irán mañana, ya que el rencuentro será esta tarde en el estadio Monumental con muy poca gente alrededor, ya que el club está cerrado los lunes.
Si Gallardo cuidó jugadores en el torneo local, el técnico Roberto Mosquera hizo lo propio este fin de semana: con un equipo alternativo, cayó 1-0 ante Sport Boys y perdió su invicto en el torneo.