Es seguro que en los cálculos de Contador antes del Tour no estaba llegar a la montaña con un minuto perdido en relación a Froome (1:03). Tampoco podía imaginar que, llegados a este punto, aventajaría a Nibali en 1:19. Probablemente, la única previsión que se ajuste a sus expectativas sea la diferencia favorable con Nairo Quintana, casi un minuto (56 segundos). Así ha quedado la clasificación general después de la crono por equipos y con este panorama afrontaremos dos semanas cuajadas de puertos y de posibilidades.
Si hacemos un análisis global, hay que admitir que Froome es quien tiene más motivos para estar satisfecho. Conservó el liderato y aumentó su distancia con el resto de favoritos. Sólo le queda el lamento de la derrota de su equipo ante el BMC por un segundo, apenas un pestañeo. Sky hubiera ganado la etapa si Nicolas Roche no hubiera desfallecido en la última subida y lo hubiera logrado, en gran medida, gracias al esfuerzo de Froome, exuberante en los relevos. Es extraño. Cada opulenta exhibición del británico-keniata hace sospechar un próximo derrumbe. Quizá sea un modo de proteger nuestra esperanza.
El triunfo del BMC, con Samuel Sánchez en el quinteto final, añade un nuevo protagonista a la función: Tejay Van Garderen. El estadounidense ocupa el segundo puesto de la general a doce segundos del maillot amarillo. Le avalan sus resultados en el Tour (quinto en 2012 y 2014) y, más recientemente, su segundo puesto en el Dauphiné (a diez segundos de Froome). Sin embargo, lo que más refuerza su candidatura, además del talento, es la edad: 26 primaveras.
Buen día. Movistar también tiene razones para la satisfacción. Por cuatro segundos no ganó la etapa, pero Nairo recortó tiempo a Contador y Nibali, además de minimizar las pérdidas con Froome. Tanto el colombiano como Valverde dejaron una magnífica impresión en la crono, con una única pega: tantas fueron sus ansias que cortaron al resto de compañeros en una de las subidas. Quién sabe si ahí no se fueron los segundos clave para cantar victoria. Cada equipo maneja una buena excusa.
El Tinkoff, entretanto, no anduvo a la altura de los mejores (+28 segundos). Contador dio sensación de estar fuerte y completó un fabuloso relevo en la última ascensión; no fue suficiente. Su equipo es extraordinario para el llano, pero, por lo visto hasta el momento, flaquea en las cronos y en la montaña. Y les recuerdo, con cierta inquietud, que ya no tendremos llano hasta París.
Nibali, por último, fue el más perjudicado de los favoritos: debía recuperar tiempo y siguió perdiéndolo (+35). Mucho peor les fue a otros. FDJ cedió 1:33 y Pinot se encuentra ya en la general a 8:05. El Katusha de Purito también decepcionó (+ 1:53), lastrado por la expulsión de Paolini.
La reflexión final sólo puede ser ilusionante. En el Tour que nos resta, Nairo saldrá a recortar dos minutos y sobre ese eje girarán los acontecimientos. Contador debería esperar a la respuesta de Froome para tomar decisiones. Sin olvidar el planteamiento suicida al que está abocado Nibali. La mejor noticia es que ninguno, ni ahora ni nunca, se conformará con el podio.