Después de la derrota ante Venezuela nadie pudo detener a James. El 10 gambeteó a las decenas de medios que lo esperaban en la zona mixta. Estaba molesto, sin ganas de hablar. El equipo sintió su falta de brillo en la cancha del estadio El Teniente de Rancagua. Colombia fue un equipo con poco fútbol, una sombra de lo que fue en el Mundial.
24 horas más tarde, con la cabeza fría, se presentó en una sala de prensa abarrotada de periodistas para analizar el presente y lo que viene. Esta vez no hubo regates. Paró de pecho y salió jugando en cada respuesta. Habló de mística y de una idea de juego clara. “Ante Brasil solo queda ganar”, afirmó.
¿Siente desgaste? “Es verdad que hice una buena temporada en el Madrid, pero acá soy uno más. Físicamente estoy bien y mentalmente aún más”.
El resultado frente a Venezuela.“Esta derrota fue un polo a tierra para que sepamos que no va a ser nada fácil. Siempre hay partidos malos, siempre hay tardes malas, hay que estar tranquilos, unidos y pensar en el próximo partido”.
Favoritismo de Colombia.“Los que estamos dentro sabemos que todos los partidos son duros y tenemos que salir a jugarlos. Queremos ganar, pero lo que pasó ayer también puede suceder”.
Crack vs. crack. “Neymar está andando en un nivel increíble, pero Brasil también tendrá que estar bien para poder ganarle a Colombia. No va a ser un partido fácil”.
Partido frente a Brasil.“Contra Brasil va a ser un partido un poco más abierto. Es un equipo que juega y deja jugar. Ojalá pueda estar cerca de Falca o del delantero que juegue”.
Clave para vencer a Brasil.“Hay que tener la misma mística que hemos tenido siempre y en estos momentos duros es en dónde se ven los verdaderos equipos. Tenemos que estar unidos para pensar en la próxima ronda, es lo que todos anhelamos”.
Apoyo de los hinchas.“Invito para que todo el país esté unido, no solo cuando ganamos sino también cuando perdemos, eso es muy importante para nosotros”.
A Colombia le queda analizar, recuperar la memoria y corregir. Pékerman tendrá que trabajar a toda prisa para reencontrar el fútbol vistoso y de toque que identifica a su equipo. Ese estilo que potencia jugadores como James. El 10 está listo para el reto.