Daniel Teklehaimanot tomó la salida el primero en la contrarreloj inaugural de Utrecht. Así se convirtió en el primer corredor en competir del primer equipo africano que disputa el Tour. Un detalle de la ronda francesa. El eritreo del MTN Qhubeka protagonizó ayer la escapada del día junto a Quemeneur y Van Bilsen: “Quería que me vieran al frente de la carrera más importante del mundo”. Esa fuga le permitió coronar las tres cotas de cuarta… y levantarle el maillot de la Montaña a Purito: “No lucharé por la clasificación, pero emociona subir al podio”. Normal, se trata del primer africano en lucir el jersey de lunares.
Teklehaimanot, reclutado con 18 años por el Centro de la UCI en Aigle (en Suiza le operaron de una dolencia cardiaca), también es historia de la Vuelta: en 2012, en la alineación del Orica, fue el primer africano negro en inscribirse en la prueba española. Ídolo en su país, aunque posee pasaporte suizo, en Amberes recibió la ruidosa visita de varios compatriotas: “Me encanta pensar que puedo ayudar a la promoción del ciclismo en Eritrea”. En su nación, escindida de Etiopía en 1993 tras una cruenta guerra de independencia, existe mayor cultura porque fue colonia de Italia, cuando los duelos entre Bartali y Coppi llenaban las páginas de los periódicos.
El catalán Alex Sans, director de la escuadra, confirma las palabras de su pupilo: “En este Tour pretendemos ser un referente, enganchar a la gente y crear afición. Se ha generado muchísima expectación por nuestra participación, no sólo en Sudáfrica (de donde procede el MTN), sino en toda África. Nuestro deporte crece por el continente de manera exponencial. Hay talento, pero necesita apoyo para salir a Europa. Con esta repercusión, ojalá podamos ayudar a que en diez años se exporte la calidad que apreciamos allí”.
Aparte, la Fundación Qhubeka cumple una función solidaria, como explica Sans: “Se recauda dinero para comprar bicicletas y entregárselas a personas de sitios lejanos al transporte público. Luego se designan unas tareas para los niños o los mayores agraciados con las bicis, como reciclaje, plantación de árboles o emprender negocios que beneficien a sus poblados”. La idea del MTN Qhubeka es “fomentar el ciclismo e intentar mejorar la vida” en África.