—Un Tour más ejerce como embajador de Skoda.
—Así es, ya van cuatro. El caso es mantenerse ocupado. Durante 15 años trabajé en Eurosport dentro de la carrera. Y las únicas cinco que me perdí, las comenté desde Gran Bretaña. Venir aquí me encanta. Sigues vinculado al deporte que amas, asocias tu imagen a Skoda, el mejor sponsor del Tour, y compartes tu experiencia y tu pasión con invitados y aficionados. Aparte, puedo analizar la estrategia y novedades con vosotros, los periodistas. Sin duda, lo prefiero a no moverme de casa.
—¿Qué espera de la presente edición?
—Que se plantee una emocionante batalla en cada etapa, y que no sólo implique a los cuatro fantásticos, Froome, Contador, Nairo y Nibali. Gente como Pinot, Van Garderen, Valverde o Purito también debería aparecer en las quinielas. Este Tour se tiene que correr con un punto de inventiva táctica e inteligencia, hay oportunidades durante toda la primera semana, como se está viendo, antes de que llegue la montaña.
—Imagine que usted compite. ¿Cómo enfocaría la carrera?
—Hubiera aprovechado el viento para montar abanicos. Intentaría picar diferencias en los muros de Huy y de Bretaña. En los adoquines, aceleraría al máximo para eliminar rivales. Con una crono por equipos en la novena jornada, trataría de apostar para mermar el número de efectivos en los adversarios. No sería lo mismo una contrarreloj por escuadras con cinco u ocho compañeros, jugaría con los nervios. ¡Y al ataque!
—¿Quién es el gran favorito?
—Si únicamente debo dar un nombre, Chris Froome, por condiciones y por el Sky. Sin embargo, me gusta Nairo por su destreza en la escalada. Habrá que comprobar cómo se recuperó Contador del Giro, quizá lo pague en la tercera semana.
—Usted conquistó en 1987 el Giro, el Tour y el Mundial. ¿Ve factible el doblete de Contador?
—Sí, por supuesto. No sé por qué dicen ahora que resulta un desafío complicadísimo. Dispones de cuatro semanas para descansar y prepararte. Aunque te desgasta más a nivel psicológico que físico, se puede afrontar el reto. Ojalá le salga bien a Contador, la cabeza le funciona tan bien como las piernas.