El estadio Mané Garrincha, en Brasilia, marcará un momento importante en la era de Juan Carlos Osorio como técnico del Sao Paulo. Después de cuatro fechas sin ganar (dos empates y dos derrotas), el colombiano se ve obligado a una victoria frente al Vasco da Gama para alejar las críticas y calmar los ánimos de un grupo que todavía no se acopla a su idea de juego.
En el juego ante Fluminense, el pasado domingo 5 de julio, Osorio decidió sustituir a Michel Bastos para darle ingreso al argentino Ricardo Centurión. Al brasileño no le gustó la decisión y le protestó con vehemencia al entrenador.
Por su parte, Centurión, tras finalizar el partido, publicó en Twitter un mensaje dirigido a Osorio: "Jugando los últimos diez minutos, ni el mejor del mundo puede hacer magia". Aunque los jugadores después se disculparon con el colombiano, es evidente que su esquema de rotaciones no cayó bien en el equipo paulista.
El ambiente no es el mejor para Juan Carlos Osorio. Los tres puntos ante Vasco da Gama podrían significar un envión anímico para el equipo y tranquilidad para el DT. Pero una derrota frente a un equipo que es 18 en la tabla de posiciones (ocupando zona de descenso) complicaría aún más el panorama del colombiano en Brasil.