“Cuarenta y dos años… Suena fácil, pero no lo fue”, comenta Octagón al recordar su inicio en la lucha libre. El llamado Amo de los ocho ángulos se ha consolidado como uno de los luchadores más populares de los últimos tiempos con un estilo de combate único, influenciado por las artes marciales. “Yo soy Cinta Negra de Shotokan, Segundo Dan, y me dio la facilidad de combinar las artes marciales con la lucha libre y la facilidad para poder mover movimientos rápidos con pausas”, explica en charla para MILENIO-La Afición.
Y sí, después de cuatro décadas sobre los encordados el retiro parecería cerca, pero Octagón advierte que aún no es tiempo de pensar en ello.
“Fíjate que la gente que me vio crecer, que creció conmigo, pues me vio en mis inicios con Mil Máscaras, con Dos Caras, Canek, Rayo de Jalisco. Pero ellos ya me llevaban varios años, mínimo me llevaban diez años. Y la gente cree que yo soy de la edad que tienen ellos. Y ahorita, últimamente, que me ven en la Arena México, que estoy en el Consejo Mundial de Lucha Libre, con mi hijo, el Hijo de Octagón, pues la gente se acerca y piensa que yo ya estoy viejito. Y le digo, no, fíjate que no, todavía tengo unos años más por delante para seguir dándoles un espectáculo como se merece a todos los aficionados que pagan un boleto”.
El secreto para mantenerse
Octagón es de esa estirpe de gladiadores que pueden presumir más de 40 años de trayectoria y para ello encontró la clave en la disciplina dentro del gimnasio.
“Yo creo que hay que estar siempre en el gimnasio, eso es definitivo. Por ejemplo, los lunes que toca la Arena Puebla, te vas al gimnasio en la mañana, haces el viaje a la Arena Puebla, luchas en Puebla, te regresas. El gimnasio es la base del luchador, es la condición física, es la base de un luchador, no dejarlo; es como el pan de cada día de nosotros”.
Y sí, desafortunadamente dentro de este deporte, también las lesiones son una constante de la que los luchadores se tienen que cuidar. Al mismo Octagón le tocó sufrir una de las más graves, cuando padeció el desprendimiento del manguito rotador, una fractura de clavícula y fisura de costillas, todo en un solo lance, lo que lo mantuvo fuera de circulación casi un año.
“Sí, hay lesiones que han retirado muchos compañeros, hay compañeros que han muerto arriba de un ring también, pero yo creo que es parte del pan de cada día como decimos nosotros los luchadores. Lo que no me había pasado en tantos años me pasó esa vez y estuve fuera de circulación casi un año. Los doctores me decían que yo ya no iba a regresar, pero no es lo que digan los doctores, es lo que uno quiere hacer en su vida, con tu vida, con tu carrera, con tu persona. Y yo les digo a muchos compañeros que nunca se dejen llevar por lo que diga la gente. Tú tienes unas metas, tú tienes que llegar, lograr la meta y seguir fijarte otra meta”.
Eso sí, afirma que parte del respeto a la lucha libre es el mantenerse preparado, pues las consecuencias suelen ser muy caras.
“Bien cara, porque pagas con cuerpo. Aquí se paga con cuerpo, aquí dicen, ‘ah, cuando me muera’, pero no, se paga ahorita en vida. Yo creo que hay que tener un respeto muy grande, porque la lucha Libre es para eso, para que respetemos, debes de querer desayunar, comer y cenar Lucha Libre y vas a llegar a tu meta, ser una persona exitosa dentro de este deporte”.
Los compañeros que ya no están
Una carrera tan longeva también tiene una gran desventaja: el despedirse de amigos y compañeros entrañables que van trascendiendo este mundo. Octagón recuerda al Perro Aguayo con mucho cariño, igual que a su hijo, Pedro, quien falleció arriba de un cuadrilátero.
“Mi gran ídolo fue el señor Perro Aguayo, yo tuve la oportunidad de convivir con él, de ser su amigo y luchar con él de pareja y después luchar en contra de él; que mi ídolo me pegara y que yo le pegara, pues son satisfacciones y vivencias que nomás se ven en la lucha libre. Yo creo que sí hay muchos luchadores (a los que recuerda), muchos muy buenos de la vieja guardia, de los grandes señorones como el señor Aguayo”.
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Un luchador emprendedor
A lo largo de su carrera, Octagón ha aprovechado su popularidad dentro de la lucha libre para ser la imagen de diferentes marcas. Apenas, por ejemplo, estuvo en la campaña de una empresa de reparto, con lo que demuestra que sus actividades no se restringen al cuadrilátero.
“Soy la punta del alza, se puede decir. Me invitaron a participar aquí en Rappi. Y pues ahorita es Octagón, pero esperemos que varios compañeros se den cuenta que no nada más somos personas arriba de un ring. También podemos hacer cosas por afuera del ring. Y ser luchador es, con el respeto que tú me mereces, para mí eso es un honor, ser un luchador y ser representante de México”.
MGC