No deja de ser paradójico que el hombre con el que el Madrid está negociando por De Gea y que está elevando los ingresos del Manchester United hasta la estratosfera sea un licenciado en Física. Se trata de Edward Gareth Woodward (Chelmsford, 9-11-1973), el director ejecutivo del club de Old Trafford y un hueso duro de roer. “Es el Cristiano Ronaldo de la esfera comercial del fútbol”, le definía hace poco David Haigh (jefe de la consultora Brand Finance) en el Manchester Evening News.
Pese a estudiar las leyes físicas, Woodward se labró su carrera en el mundo de las finanzas. Trabajaba como consultor en JP Morgan cuando aconsejó a los hermanos Joel y Avram Glazer durante la compra del Manchester United, y ellos le llevaron al club en 2005. Tenía sólo 32 años. En 2013, tras la retirada de David Gill como hombre fuerte, los Glazer le dieron el bastón de mando. Y así amplió aún más su estatus de mago de las negociaciones. De su mano llegaron los dos acuerdos más lucrativos de la historia del fútbol en esponsorización deportiva. Le vendió la publicidad en la camiseta a Chevrolet a cambio de 71,5 millones de euros por temporada y consiguió que Adidas pague a los red devils un total de 1.050 millones durante los próximos diez años. Incluso maniobró para recuperar el varapalo económico de la mala temporada 2013-14 que dejó al United sin jugar la Champions (los ingresos televisivos y por venta de entradas cayeron un 39%) consiguiendo 50 millones de euros más en acuerdos comerciales. Tanto, que se ha permitido la licencia de resistir los intentos de algunas marcas de cambiarle el nombre a Old Trafford. A cambio de todo ese despliegue, Woodward es el ejecutivo mejor pagado de la Premier, con un sueldo reconocido por el United de 3,5 millones de euros al año.
Fichajes por doquier.
Ahora que aprueba y negocia la compra y venta de los futbolistas, ha convencido a los Glazer (acusados de tacaños por la masa social del United) de rascarse el bolsillo. Del verano de 2013, donde sólo consiguió a Fellaini y se llevó una buena ristra de críticas, saltó al del año pasado en el que invirtió 217 millones de euros en seis futbolistas: Di María (el Madrid logró 75 por el argentino), Falcao, Shaw, Ander Herrera, Blind y Rojo. Ahora va por el mismo camino. Firmó a Memphis Depay (PSV) por 39 millones y además de Ramos acecha a otras estrellas como Schweinsteiger y Müller. Woodwaard considera que el United debe ser un club dominante en el mercado. Por eso y porque no hay agobios económicos, se resiste a permitir la salida de De Gea, pese a que acaba contrato en 2016, salvo que en paralelo consiga a Ramos…
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