DeAndre Jordan, uno de las grandes joyas del mercado NBA, ya ha tomado una decisión. Aceptará la oferta de unos Mavericks que le han ofrecido el máximo: 80 millones de dólares por cuatro temporadas. No obstante, el pívot podrá desvincularse de dicho acuerdo al final del tercer año para volver a convertirse en agente libre en el verano de 2017. Según apuntan los medios de Estados Unidos, Mark Cuban y el alero Chandler Parsons (hace dos años fue uno de los culpables de que Howard fichara por los Rockets) han jugado un papel fundamental a la hora de convencerle para que se mude a Texas y deje así plantados a unos Clippers que hasta este mismo viernes se mostraban muy confiados en poder retenerle.
Pese a sus graves problemas desde la línea de tiros libres (en estos pasados Playoffs ha vuelto a poner de moda el casi olvidado Hack a Shaq), DeAndre se ha convertido a lo largo de las dos últimas campañas en uno de los pívots más determinantes de la Liga, sobre todo gracias a sus excelentes cualidades defensivas. En este último curso ha logrado unos promedios de 11,5 puntos (con un 71% de acierto en tiros de campo), 15 rebotes y 2,2 tapones. Es más, coincidiendo con la lesión de Blake Griffin, DeAndre dio un paso al frente en la ofensiva angelina para acabar firmando varios partidos de 20-20 que hicieron que algunas voces le compararan con el mismísimo Wilt Chamberlain.
Obviamente que no está ni de lejos al nivel del legandario Wilt, pero su aterrizaje en Dallas permite a los de Carlisle completar un más que interesante quinteto titular a la espera de un base de garantías (Wesley Matthews, Parsons, Nowitzki y DeAndre). Esta misma semana, Tyson Chandler hizo las maletas con destino a Phoenix.
Lakers y sobre todo los Knicks mostraron su interés en hacerse con sus servicios, si bien han sido los Clippers quienes tenían una mayor esperanza por poder volver a contar con él. Para Doc Rivers se ha convertido en los últimos meses en alguien fundamental, llegando incluso a pedir su nominación como all star el pasado mes de febrero. Ahora, con su adiós, los problemas se multiplican en LA tras reclutar a Lance Stephenson y al veterano Paul Pierce: en estos momentos Blake Griffin es el único jugador interior con contrato en los angelinos.
Viendo lo de DeAndre y los Mavs, así está ahora Steve Ballmer pic.twitter.com/Lp0ZO9NTs6
— Manuel de la Torre (@manueltorresanz) julio 3, 2015