En 2009 la única alegría para el fútbol colombiano hubo que buscarla en la más juvenil de las categorías. La selección partió en silencio hacia Nigeria a disputar el Mundial Sub 17, bajo el comando del técnico vallecaucano Ramiro Viáfara. Regresó con el mismo perfil bajo, pero con el cuarto puesto y una señal de que esta cosecha de jugadores multiplicaría nuestras alegrías. Casi en el anonimato, Jeison Murillo, y Santiago Arias, salvaron el honor en las épocas difíciles.
Seis años después su compromiso está recompensado. José Pékerman les tiró la camiseta mayor, en un proceso que empieza a pedir recambio. Están cumpliendo y despiertan ilusión. Eso mismo, lo supo Viáfara cuando los dirigió aún menores de edad.
“Estoy en la búsqueda de tratar de volver a hablar con ellos. No los he podido conseguir. Estoy buscando con uno de los muchachos de la utilería de la Selección para ver si por intermedio de él puedo conseguir sus teléfonos”, le dice el técnico a AS Colombia, desde Puerto Tejada.
Murillo fue una de las mejores noticias de la experiencia colombiana en la Copa América de Chile. Con seis partidos amistosos en la selección se hizo cargo de un puesto con pasado de respeto. Ser el defensor central que acompañó a Cristian Zapata, antes ladero fiel de Mario Yepes.
“Ya lo veía venir. Después de las salidas de Yepes, Amaranto y Aquivaldo, yo tenía la confianza de que él iba a ser titular. Jeison es rápido, con una decisión muy certera en el campo de juego; cuando la tiene que reventar la revienta, pero ante todo trata siempre de salir jugando”, explica.
Como jugador del Granada español no tenía el reconocimiento que merece. Fue uno de los bastiones de la defensa pero esto es fútbol, y se hizo visible con un gol a Brasil, el de la victoria, el único de Colombia en el torneo. Pero más allá de esa anotación histórica, es su disciplina, atención y concentración lo que convenció a todos.
“Es un jugador que va bien al piso, se tira bien en el quite deslizante, tiene facilidad para hacer ese tipo de juego. Los defensas que tienen esa característica fueron figuras; como Miguel Escobar, ‘Chonto’ Gaviria y Mario Yepes. Ahora Murillo está mostrando esa capacidad y seguramente va a seguir mejorando con el tiempo”, complementa el entrenador.
Además de Viáfara, el Inter de Milán también seguía con atención el juego de Jeison desde 2009. El fútbol de los mejores defensores se concentró en el colombiano. En febrero de este año, pagó 8 millones de euros para sumarlo a su plantel y sacar del fondo a un equipo que terminó octavo en la tabla, a 22 puntos del campeón Juventus.
“El fútbol italiano siempre se ha caracterizado por tener grandes zagueros, pero Jeison le puede aportar mayor seguridad en esa zona al Inter. Si lo llevaron es porque han visto su gran condición. No solamente es un jugador técnico e inteligente. Me gusta su manera de salir jugando después de recuperar la pelota”, explica.
Aunque no hablan hace tiempo, Viáfara lo encuentra como un jugador con más desarrollo futbolístico y técnico; más hecho, más maduro.
“Una de las cosas que tiene es que a pesar de que no es un jugador tan alto, es fuerte en el juego aéreo, tanto en la parte ofensiva como defensiva. En el partido ante Argentina de la Copa América siempre marcó a Otamendi y este no le pudo ganar ninguna pelota”.
Santiago Arias
Por entonces, el antioqueño era jugador de La Equidad. Su condición técnica, personalidad y carácter le aseguraron un lugar en la Sub 17 de Viáfara. Como lateral derecho fue uno de los puntos más altos de esa juvenil. Ahí cimentó su paso al fútbol europeo. Sporting de Lisboa, la primera escala; PSV la consolidación.
“Por sus características se ha sostenido en el fútbol europeo y holandés. Es uno de los más importantes en la Selección, tiene mucho tiempo para crecer y mostrar todas sus fortalezas como lateral”, resume el técnico.
A la mayor llegó antes que Murillo. Pekerman lo llevó al Mundial de Brasil 2014. Jugó los últimos 20 minutos ante Grecia. Se quedó. Con 23 años es uno de los que se postula como parte del recambio que el equipo tendrá hacia las próximas eliminatorias.
“Arias no es tan rápido como Zúñiga, pero es más práctico y es mucho más eficaz en su trabajo, en la salida y en la marcación. Es una ventaja que tiene Santiago para disputar esa posición”, analiza.
El paso del tiempo le dio valor en lo que siempre creyó. Tomó un grupo en formación que deja claro que va por más.
“Eso le da alegría a uno, haber participado en el desarrollo y formación de estos muchachos, de haberlos tenido en un torneo internacional representando a nuestro país con mucha altura, amor y calidad”, reflexiona.
La charla recupera la nostalgia. Viáfara los recuerda con cariño. Se ilusiona con un reencuentro. “Los ando buscando, espero verlos pronto”.Esto es fútbol, una máquina de cumplir deseos.