Robert Schörgenhofer, el colegiado austriaco que permitió la dureza de los defensas bielorrusos, se comió un penalti claro a David Silva en el minuto 25 de partido cuando Maevski, mediocentro de los bielorrusos, derribó claramente al canario. No se señaló nada cuando el penalti pareció claro. Minutos antes, tampoco se atrevió a señalar una falta en la frontal del área a Jordi Alba en la que además Filipenko pudo hacer mucho daño al lateral del Fútbol Club Barcelona.
En la jugada del penalti, Maevski se deslizó por el suelo y terminó por arrollar a Silva.