Héctor Lombard regresó al octágono ante Dan Henderson luego de haber recibido aquella paliza ante Neil Magny. Henderson no tenía la pelea más sencilla del mundo y se esperaba un combate muy competitivo.
Y lo fue.
En las acciones del combate se notó que Héctor Lombard estaba muy revolucionado, la urgencia por conseguir una victoria debido a su actuación anterior era evidente. No atacaba sin razón, pero sí era evidente que buscaba la victoria, sin importar cómo le llegara.
Eso provocó que “Hendo” estuviera a la expectativa, sí con ataque pero más concentrado en ver el error de Lombard para capitalizarlo, aunque también se cuidaba de no caer por culpa de alguno de los poderosos golpes que le lanzó Héctor.
Lombard casi cae por un golpe de zurda que le mandó Henderson, pero ya estando en el piso fue Héctor el que buscó el control de las acciones para mantener cierta ventaja al menos en los puntos, en lo que caía el nocaut, porque realmente no parecía que la pelea llegaría al final.
Una vez de pie, Lombard hizo muy bien su trabajo, soltó combinaciones a dos manos y siguió por toda la jaula a “Hendo”, lo presionó desde todos los ángulos y lo mandó a la lona, lo martilló un poco. Pero Henderson pudo levantarse para salir del paso y mantener la vertical para salvar el round.
¿El error de Lombard? Dejar que Henderson terminara de pie el primer round, porque con un nuevo aire, “Hendo” llegó al segundo round y aunque el intercambio fue bueno, Dan sacó la mejor parte.
Y es que cuando Henderson soltó una patada a la cabeza de Lombard, éste se sacudió pero no cayó e incluso le detuvo la pierna. Fue entonces cuando “Hendo” lanzó un codazo a la cabeza que mandó a Lombard pesadamente a la lona.
Nocaut efectivo para Henderson.