Atlantis: La lucha libre es mi vida, si me retiro me muero

Atlantis luce fuerte, imponente y feliz… Con 60 años de edad, con caminar pausado, pero firme, el Príncipe de la Atlántida atravesó las puertas de su segunda casa, la Arena México, ataviado de traje, corbata y su tradicional máscara (blanco con azul). Detrás de él apareció el heredero de la leyenda, su hijo, Atlantis Jr, quien con una sonrisa presumía ser hijo del Ídolo de los Niños.

Ambos subieron al Turibus dónde lo esperaban decenas de fanáticos, quienes lo acompañarían a su peregrinación a la Basílica de Guadalupe, dónde le daría gracias a la ‘morenita’ por brindarle salud durante sus cuatro décadas como icono de la lucha libre.

En el camino al templo de la Virgen de Guadalupe, Atlantis recordó que su proyecto de vida era luchar únicamente un par de años, pero el amor hacia el deporte de los costalazos lo mantiene aún vigente, idilio por el cual no piensa en el retiro.

“Ha sido muy complicado, mucho respeto, dedicación y amor a la lucha libre. Hoy es muy especial para mí, vamos a darle gracias a la Virgen de Guadalupe, siempre me cuida en mi cartera, vestidores y viajes.

Estos 40 años son un sueño para mí, hace 40 años tenía 20 años y solo quería luchar por dos años y me iba a retirar, tengo 40 años y no me quiero retirar porque la lucha libre para mi es mi vida, si me retiro me muero. Han sido cuatro décadas de 40 viajes a Japón, tres películas, ganar luchas de apuestas, máscaras de las más importantes, torneos en Japón, Europa, Estados Unidos y México, he sido campeón en todas las categorías medio y semicompleto. Gracias a Dios estoy en excelentes condiciones gracias a Dios y a la disciplina que me enseñó el Diablo Velazco, comer y gimnasio, le digo a mi hijo que soy el junior”.

Por otro lado, Atlantis señaló que su festejo iniciará este viernes espectacular en la Arena México y culminará en su natal Guadalajara.

“Mañana empieza la trilogía de Atlantis, comenzamos este viernes en la Arena México, lunes en Puebla y terminamos donde nací, donde aprendí mi primera maroma, en la Arena Coliseo de Guadalajara. Ha sido fácil llegar, pero muy difícil mantenerse en el agrado de la gente”.

Dos cuadras antes de llegar a la Basílica de Guadalupe, el Turibus se detuvo. Atlantis y su vástago descendieron para comenzar con una caminata, la cual se convirtió en un desfile, pues los fanáticos al pancracio lo detenían una y otra vez para solicitarle fotos y autógrafos, a los cuales accedió amablemente y aseguró que estará en el aniversario 90 del Consejo Mundial de Lucha Libre.

“Claro que estaré ahí, no lo puedo platicar, primero terminamos mi trilogía de 40 años y después hablaremos de mi reto en el aniversario”.

El andar se detuvo hasta el atrio del máximo recinto religioso de México. El sacerdote en turno le dio la bienvenida al Ídolo de los Niños y ofreció una misa en honor al Príncipe de la Atlántida en la cual resaltó el esfuerzo, sacrificio y alegría que ha brindado de generación en generación.

Al concluir la ceremonia religiosa, Atlantis y Atlantis Jr caminaron hasta la imagen de la Virgen de Guadalupe a quien le rindieron honores.

Al salir de la Basílica ya los esperaban sus fanáticos, quienes los apapachan con porras y aplausos, muestras de cariño que desataron el llanto del Príncipe de la Atlántida, quien se refugió en el hombro de su heredero, quien lo abrazo, sacó sus lágrimas y atender a cada uno de sus seguidores y así terminar un día que nunca olvidará.

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MGC