Rick Hoyt fue un hombre que desafió todos los pronósticos e inspiró a muchos corredores y aficionados a través de su espíritu inquebrantable y su búsqueda de la excelencia atlética.
Un personaje popular durante más de 40 años en Estados Unidos que corrió más de mil carreras con su padre Dick arrastrando su silla de ruedas, incluyendo seis Ironman y 32 maratones de Boston
Rick nació en 1962 con tetraplejia y parálisis cerebral, luego de que el cordón umbilical se le quedó enganchado en el cuello y cortó el flujo de oxígeno al cerebro. No había esperanzas para él, pero junto a su mujer Judy, también fallecida, Dick se empeñó en dar a su hijo una educación lo más normalizada posible. Este militar retirado trabajó con él y lo educó en casa hasta que fue admitido en la escuela pública en 1975, a los 13 años. Con los años, también logró una plaza en la Universidad de Boston y se graduó en Educación Especial.
Siendo adolescente, a través de la computadora interactiva a través de la cual se comunicaba, Rick le pidió a su padre participar en una carrera benéfica de 5 millas. Dick completó aquella primera carrera empujando la silla de ruedas de su hijo, quien al acabar le dijo una frase que cambiaría la vida de ambos: “Papá, cuando estoy corriendo, siento que no soy un discapacitado”.
Desde ese día participaron en toda clase de competiciones atléticas, incluyendo duatlones y triatlones. Hicieron del maratón de Boston y en su edición de 2009 se convirtió en su carrera conjunta número mil.
Fueron, también, la primera pareja en terminar un Ironman, la prueba más dura del mundo que incluye 3.86 kilómetros nadando, 42.1 kilómetros corriendo y 180 en bicicleta. En el agua, Dick arrastraba con una cuerda un pequeño bote en el que iba metido su hijo.
Dick dejó de correr en 2014 y falleció en 2021 a los 80 años por insuficiencia cardíaca congestiva, y en ese momento Rick abandonó también las carreras y falleció en mayo de este 2023.
Hoy 17 de marzo se cumple un año del fallecimiento de Dick Hoyt.
— Run4Fun (@_r4fun_) March 17, 2022
Dick corría empujando la silla de su hijo Ryck, que nació con parálisis cerebral, tetrapléjico y sin capacidad para hablar.
Juntos completaron más de 1.000 carreras. pic.twitter.com/IHY9miit2y
Esta historia de un padre e hijo que conformó el 'Team Hoyt', un emblema de las carreras populares en Estados Unidos y una pareja que supo ganarse el respeto y el reconocimiento de su deporte por su constancia y pundonor.
Más allá de sus logros físicos, Rick también fue un símbolo de inclusión y educación, abogando por un mundo donde las personas de todas las capacidades pudieran perseguir sus sueños sin límites.
FCM