El 25 de diciembre es una fecha que representa la ‘vida’, ya que se celebra el nacimiento del Niño Jesús y debido a este significado, la muerte es algo que no pasa por la cabeza de los seres humanos, pero es algo que no se puede evitar, ya que, día con día, Mictlantecuhtli (Dios de la Muerte azteca) hace su trabajo llevando consigo a los terrenales al Mictlán.
El 25 de diciembre de 1979, es un día que quedó marcado en la historia de la lucha libre en México, y es que, la muerte estaba sentada en las primeras filas de la Arena Coliseo, en busca de una de las grandes promesas de la entonces Empresa Mexicana de Lucha Libre (EMLL), hoy CMLL (Consejo Mundial de Lucha Libre); la víctima era oriundo de La Piedad, Michoacán, José Vicente Ramos Estrada, mejor conocido en el pancracio como Sangre India.
Durante el banquete luchístico que preparó el EMLL para festejar la Navidad, los combates transcurrían de manera habitual, los estetas brindaron su mejor versión y lucieron sus mejores llaves y contrallaves, generando un ambiente de emoción entre los miles de asistentes.
Aquella algarabía enmudeció súbitamente en la lucha semifinal donde se enfrentaron Sangre India y Leo López frente a César Apolo Curiel y Ángel Vengador.
El combate que transcurría sin ningún problema tuvo un giro inesperado, pues de las acciones cambiaron de la felicidad y emoción al suspenso y desesperación cuando Apolo Curiel lanzó unas patadas en contra de la humanidad de la promesa y figura de los rudos, Sangre India, quien tras el impacto cayó sentado al piso. Aquel golpe lo desubicó. Con un visible mareo y debilidad intentó ponerse de pie, pero nuevamente cayó al suelo; esta vez se golpeó la cabeza y se abrió el mentón con una de las tarimas.
Inmediatamente las asistencias médicas llegaron al lugar de los hechos, pero los esfuerzos por reanimar al gladiador fueron inútiles. Mictlantecuhtli lo recogió en sus brazos para llevarlo al ring celestial; así lo cuenta el cronista deportivo Alfonso El Doctor Morales.
Otra de las versiones apunta a que Sangre India, discípulo de la leyenda Don Cuauhtémoc Diablo Velasco perdió la vida a los 24 años de edad a causa de un paro cardíaco.
El Satánico, ahora profesor de la escuela del Consejo Mundial de Lucha Libre vio morir a su entrañable amigo, incluso se rumora que Daniel López le gritó con desesperación al réferi, Roberto Rangel que Vicente no se movía, le suplicaba que hiciera algo por su amigo.
Este suceso marcó de por vida a Apolo Curiel, pues posteriormente ninguno de sus compañeros quería luchar en su contra a pesar de que todos sabían que aquel deceso fue accidental. César Curiel se retiró de los cuadriláteros en los años noventas y en el 2011 falleció sin poderse quitar el estigma de ser peligroso arriba del ring.
Con información de Fototeca Milenio: Merary Guerrero
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