Con 42 años de trayectoria como luchador profesional, Octagón es uno de los personajes más importantes de este deporte. Sin embargo, y pese a la popularidad que ha alcanzando en tantas décadas, el gladiador reconoce que desafortunadamente en estos tiempos y no se puede vivir únicamente del pancracio, por lo cual ha aconsejado a sus compañeros tener un oficio, para así sostener a sus familias.
“Ya no se puede vivir de la lucha libre. Yo les platico mucho a mis compañeros, la gente que está afiliada a mi asociación, que es la Asociación Nacional de Luchadores Profesionales Independientes (ANLPI) que deben tener otro oficio, una carrera técnica y si tienen la posibilidad de una carrera universitaria, qué mejor, porque es muy difícil que se viva hoy en día de la lucha libre, así que debes tener otro oficio para que te puedas sostener”, dice en entrevista para MILENIO-La Afición.
Es por esa razón que Octagón ha emprendido diferentes negocios, pero debido a la pandemia del covid-19 tuvo que cerrar una tortería y un restaurante de sushi que había abierto en la ciudad de Cuernavaca; sin embargo, eso no lo ha frenado y ahora trata de cuidar sus productos oficiales comercializándolos directamente a través de sus redes sociales.
Sobre esta iniciativa, el llamado Amo de los ocho ángulos asegura que ya que está “harto” de que los oportunistas lucren con su imagen y saquen ganancias a través de la piratería.
“Yo tenía los negocios en Cuernavaca, que eran la tortería y el ‘Octasushi’, pero por las circunstancias que hemos vivido se han ido parando, pero ahorita sigo activo, sigo trabajando. Abajo del ring tengo pláticas motivacionales, tenemos muchas cosas en puerta que empezaremos a implementar. Esta máscara es muy querida y donde me pare tengo la atención y puedo hacer muchas cosas con ella”, cuenta.
Y de inmediato agrega: “Cada luchador tenemos una persona que nos hace los equipos y las máscaras, si tú quieres una máscara de Octagón o del Hijo de Octagón te metes a mis redes sociales y tenemos un departamento de venta, te contactas con gente de mi oficina y le dices que quieres la máscara. Una vez que la pagas, la firmo, te hago un video y una foto. Lo que tratamos de hacer con eso es intentar acabar con la piratería. Grandes estrellas como Mil Máscaras, Rayo de Jalisco, etc., estamos cansados de que vivan de nosotros, gente oportunista, muchas de esas máscaras no son originales. Otra de las cosas es que la gente que lo compra esté segura de que somos nosotros los que las vendemos.
“Hay máscaras originales. La que vendo es con la misma tela de las que uso arriba del ring; mi tela viene de Japón. La máscara original tiene un precio, la semifinal tiene otro valor, pero la tela es más delgada, no es la misma calidad y hay muchos compañeros que hacen máscaras para niños, ya era mucho relajo, se llevaban la lana terceras personas”.
América, un sueño cumplido
Uno de los mitos que rondan alrededor del legendario Amo de los Ocho Ángulos es su pasado como futbolista del América, el cual revela que tuvo la oportunidad de jugar a lado de grandes estrellas del americanismo.
“Yo juraba que sería famoso en el futbol. Cuando me mandaron la carta para hacer mi examen en el Club América me presenté, vine ilusionado. Éramos mil 500 ilusionados que íbamos por la misma meta; de esos mil 500 pasamos 10 y luego cinco pasamos a jugar a Segunda División y después nos dieron la oportunidad de jugar en el primer equipo junto a Carlos Reinoso, Enrique Borja, (Luis) Pichojos Pérez, (Guillermo) Campeón Hernández, (Pedro Nájera) El Siete Pulmones, y esa era mi meta. Jugué, me gustó, pero al final sentía que me faltaba algo, no me llenó, no era lo que buscaba y por eso me regresé a estudiar”.
Para concluir, indica con una enorme sonrisa que en su otra vida volvería a ser Octagón. “Mil veces, esta máscara me ha dado muchas satisfacciones, tengo 40 años luchando y la gente me sigue apoyando, no se paga con nada estas satisfacciones”.
FCM