Uno de los mejores luchadores de la caravana tres veces estelar Triple AAA, es sin duda El Hijo del Vikingo, quien, gracias a su manera de luchar, perseverancia, trabajo y esfuerzo llegó a convertirse en la imagen y figura de una de las empresas más importantes de lucha libre de México, pero no todo ha sido miel sobre hojuelas en la carrera del esteta, pues el poseedor del Megacampeonato la sufrió antes de convertirse en gladiador.
En entrevista exclusiva para Milenio, La Afición, Emmanuel Román Morales recordó que antes de llegar a Triple AAA vendía fotos y posters a fueras de las arenas de lucha libre para subsistir, algo que aún continúa realizando, para de esa forma mantenerse en contacto con su público, el cual ha sido primordial para su llegada a la cima.
“Realmente todavía sigo vendiendo fotos y posters. Cuando tenemos un poquito de tiempo me gusta convivir, salir y platicar con el público; conoces muchas personas y la verdad es padre convivir y estar interactuando con todos ustedes. La verdad vengo de una familia humilde y todo lo que he obtenido en la empresa y en la vida personal ha sido siempre con base al esfuerzo y dedicación, eso es lo que te ayuda mucho a mantener los pies sobre la tierra, es primordial saber que empezaste desde abajo, que nunca se te olvida de dónde venimos”, indicó el gladiador.
Asimismo, el Hijo del Vikingo indicó que la lucha libre ha sido siempre su estilo de vida, así que ahora es un gladiador de renombre busca que Puebla, su estado natal lo acompañe a los rincones donde él lucha.
“Realmente yo desayunaba, comía, cenaba y soñaba con la lucha libre. Mi señor padre King Vikingo, originario de Puebla me enseñó mucho, sin duda lo traigo en la sangre. Desde muy chico yo me iba armar el ring con él, andaba en las giras, subí de mascota y a los 14 años debuté como luchador profesional, me encanta este deporte, me encanta interactuar con las personas; estar al lado de ellos es algo bien padre igual y ahora quise llevar algo diferente al público, motivo por el cual saqué mi propia marca de mole, quise llevar algo de donde yo soy, así que de repente ando vendiendo en mis redes sociales el mole y cuando me lo piden que se los lleve hago las entregas en las arenas y dependiendo de la ciudad donde me toque, yo encantado y siempre trato de llevar una pequeña pizca de dónde soy originario”.
Gracias a Mini Octagoncito
Por otro lado, Emmanuel Román Morales recordó cómo fue su llegada a Triple AAA, pues gracias a Mini Octagoncito.
“Yo estaba luchando en Puebla y me tocó interactuar con Mini Octagoncito, quien ahora es mini Rey Mysterio. Él me comenta de una visoria que haría Triple AAA, que se llama la Llave a la Gloria, así que me dijo: ‘quieres venirte un mes antes para agarrar un poco el tiempo de acá de México y entrenar conmigo’. Él fue quien me dio esa patadita de buena suerte para poder entrar a la empresa. El examen es muy difícil más no imposible y gracias a los consejos de Mini Octagoncito es por lo que pude entrar a Triple AAA”.
Hijo del Vikingo finalizó esta breve charla recordando lo difícil que ha sido su vida como luchador profesional.
“Las cosas pasan por algo, de eso estoy seguro. He tenido algunas lesiones que me han dejado fuera algunos meses, pero siempre estoy agradecido con la vida, y en la vida personal, el no ver a mi familia ha sido complicado. No estar con ellos en fechas importantes. Cuando mi abuelita falleció no pude estar, no pude despedirme de ella, eso es lo más feo que me ha pasado”.
EORM